"In memoriam" Un homenaje al legado de los magistrados de la Corte Constitucional

426 ‘In memoriam’ Juan Carlos Henao Pérez CONTENIDO Montpellier, y la salsa era el lenguaje oficial. Me iluminó la vida como un estadio. María Emilia No es por copiarme de la introducción de mi mamá, pero ese “La vida se compone de muchas cosas” fue de lo más profundo que me ense- ñó. La complejidad , le llamó después, cuando descubrió a Morin y su famosa frase de que la vida es como un océano de incertidumbre con islas de seguridad (una frase que repetía en todos sus discursos). La complejidad que él, sin duda, nos enseñó a bailar entre la responsabi- lidad y el goce. Jugamos siempre. Desde los ataques a nuestras indefensas panzas o cuellos con mortales cosquillas cuando apenas sabíamos gatear. Ya más grandes, cuando íbamos al colegio, nos susurraba en las maña- nas con dulzura: “Estas sooon las mañanitas/ que cantaba el Rey Da- viiiid”, y de a poco iba in crescendo , hasta terminar enrumbado con: “Despierta mi bien despierta, mira que ya amaneció / ya los pajaritos cantan, la luna ya se escondió”. En Francia, de camino al colegio, nos agarraba de las manos e iba cantando duro en un idioma ahí, inventado, saltando de bolardo en bolardo, parando en las cuatro tiendas que lo llenaban de emoción: la ferretería que exponía, orgullosa, en la vitrina una serie de tuerquitas y de cositas que él nunca supo sino mirar con admiración; la tienda de carritos antiguos de juguete; el traiteur , con ese olor de comida que invadía toda la calle; y la quesería Puig, que nos regalaba colombinas de conté a la salida del colegio. Cuando íbamos a teatro yo no quería que empezara la obra. Apenas nos sentábamos a esperar, mi papá empezaba: “Veo a una señora pe- lirrizada, con blusa marrón y collar”, y nosotras, en ese mar infinito de personas, hacíamos carrera por encontrar la persona elegida de primeras. Se encarretaba hasta con las tareas del colegio. Jugamos para apren- dernos las tablas de multiplicar (recuerdo particularmente el 7x8 que