"In memoriam" Un homenaje al legado de los magistrados de la Corte Constitucional

407 Un homenaje al legado de los magistrados de la Corte Constitucional CONTENIDO para conversar con todas y cada una de las personas de su despacho, fundamental en un trabajo de equipo para orientar de manera eficien- te el trámite de los procesos y la sustanciación de las providencias. To- dos apreciamos su disposición para escuchar en cualquier momento, con toda atención y respeto, cualquier opinión o concepto e, incluso, para cambiar de opinión cuando los argumentos lo convencían de ello. Aprendimos de su genuina tolerancia con las ideas de otros y de su apertura para avanzar en la consideración de opciones distintas, así como de su maravillosa y sabia prudencia. La misma sobriedad, afabilidad y disposición para el diálogo la tuvo en la Sala Plena. El doctor Monroy era de los primeros magistrados en llegar antes de comenzar la sesión, siempre llevaba pocos pape- les, que resultaban indispensables para su desarrollo. Esto ocurría en tiempos en los que en las sesiones no se usaban computadores –salvo el de la secretaria general– y teléfonos móviles. Con una salud envidia- ble y excepcionales comisiones de servicio, fue uno de los magistra- dos que asistió sin falta a todas las sesiones. Sus intervenciones, pun- tuales y siempre breves, aportaban luces en los debates, a veces muy intensos, que aterrizaban los puntos de discusión y conducían a solu- ciones que se acogían por la Sala. De igual modo, su discrepancia con las decisiones de la mayoría siempre las expuso de manera precisa, con claridad y amabilidad para con sus colegas. Aún en momentos de tensión, conservaba la calma y lucidez, que favorecían el diálogo para lograr consensos en temas complejos y de particular transcendencia. Al evocar al magistrado Monroy, no cabe duda de que encarnó al juez por excelencia descrito de manera tan sencilla por Sócrates: “Cuatro características corresponden al juez: escuchar cortésmente, respon- der sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente”. Un magistrado con un programa político: la Constitución “Así como el siglo XIX fue el siglo de los Parlamentos, el XX ha sido el de la justicia constitucional”, según lo afirma Gustavo Zagrebelsky en un libro que escribió en 1997, después de haber sido magistrado de la

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