"In memoriam" Un homenaje al legado de los magistrados de la Corte Constitucional

402 ‘In memoriam’ Marco Gerardo Monroy Cabra CONTENIDO Un juez que regresa al estrado constitucional “No hay nada que diferencie a los jueces del resto de los mortales. Pero en el desempeño del cargo deben asumir una actitud que no tienen todas las demás personas: deben ser fieles a la Constitución, de tal suerte que el texto constitucional pase a formar parte de sus hábitos mentales y morales”. Gustavo Zagrebelsky Martha Victoria Sáchica Méndez Marzo de 2001: el país se encontraba sumido en un ambiente de frus- tración y desesperanza. El 21 de febrero, el presidente de la República en una alocución televisada anunciaba la cancelación del proceso de paz que se había adelantado durante cuatro años por su gobierno con las FARC-EP, con el decidido propósito de lograr un acuerdo que pu- siera fin al prolongado conflicto armado con este grupo insurgente. El secuestro, la extorsión y los ataques de la guerrilla, que azotaban sin tregua a la Fuerza Pública y a la población, el desplazamiento forzado y el confinamiento que se vivía en casi todas las regiones de Colombia, hacían imposible continuar con ese proceso, ante el incumplimiento de las reglas pactadas para esta negociación y la demostrada ausencia de una genuina voluntad de ese grupo insurrecto para lograr la firma de un acuerdo final de paz. Para ese entonces, la Corte Constitucional alcanzaba nueve años de existencia y estaba próximo a cumplirse el décimo aniversario de expedición de la Constitución, en la que confluyeron los anhelos de paz y justicia del pueblo colombiano, después de una década de te- rror, zozobra, desasosiego, intranquilidad y pérdida de confianza en las instituciones. En ejercicio de su misión como guardián de la Car- ta Política, el tribunal constitucional había puesto en el centro de la agenda pública y de las aspiraciones de la ciudadanía la garantía del goce efectivo de los derechos fundamentales de todos. El impacto de la acción de tutela en todos los estamentos y la ciudadanía ha- bía sido inmenso, como instrumento de protección de tales derechos, ágil y al alcance de cualquier persona, lo cual le otorgó un papel