"In memoriam" Un homenaje al legado de los magistrados de la Corte Constitucional

372 ‘In memoriam’ Marco Gerardo Monroy Cabra CONTENIDO otros cargos que mi padre asumió con su máximo rigor y más proba responsabilidad. Su esposa siempre lo acompañó con amor desmedido durante toda su vida, desde 1968, cuando contrajeron nupcias, y mi padre la supo corresponder con un amor infinito, transparente e ilimitado. Mi padre encontró inspiración, motivación y el soporte de un motor inconmen- surable en su noble señora y en sus hijos, para con absoluta tran- quilidad asumir todos sus cargos y escribir la totalidad de sus obras jurídicas. Su esposa lo acompañó con mucha idolatría y armonía en su trasegar profesional, en recibir honores y condecoraciones, en sus múltiples viajes, que compartían juntos, pero también cuando mi pa- dre padecía afecciones a su salud. En efecto, con su esposa Elsa compartió desde muy agradables reu- niones familiares hasta cenas con presidentes, desde acompañarlo en Bogotá cuando recién casado era, un muy joven magistrado del Tribu- nal de Bogotá y un ya desde entonces ilustre catedrático de varios cen- tros universitarios de la ciudad brindando conocimiento jurídico del mejor en sus clases (en aquella época, hasta bien entrada la noche), hasta acompañarlo en Washington, Estados Unidos, en su posición de diplomático durante más de un lustro, a finales de los años 80 y mediados de los años 90. En el seno del hogar, así como cuando dictaba clases y conferencias, hacía gala de un humor sarcástico, muy fino y agradable, esa era una de sus características. Siempre impulsó un apoyo recíproco y perma- nente con su esposa, con compromiso y sinergia pura. Un matrimo- nio de los de antes, como no se podía esperar diferente, al fin y al cabo, de dos personas virtuosas, nobles y buenas. Trascendiendo las bodas de oro de su matrimonio con su esposa, a quien cariñosamente llamaba “gota”, siempre amoroso, siempre vir- tuoso como esposo, transcurrieron un alto número de idas a misa, disfrutaron muy amenos desayunos, almuerzos con trucha, salmón, garbanzos (le encantaban) y cenas entre los dos y a nivel familiar; onces con chocolate, avena, empanadas y pasteles gloria, juntos; una descomunal cantidad de películas, que le fascinaban y las disfrutaba

RkJQdWJsaXNoZXIy NzAxMjQz