"In memoriam" Un homenaje al legado de los magistrados de la Corte Constitucional

338 ‘In memoriam’ Jorge Arango Mejía CONTENIDO Fue embajador en Praga, asesor jurídico de los bancos Central Hi- potecario, Cafetero y del Estado. También fue secretario general de la Federación Nacional de Cafeteros y magistrado de la Corte Constitucional. Arango Mejía tuvo una destacada participación en la política nacional. Acompañó a Luis Carlos Galán en su intento por llegar a la presiden- cia en 1982 y fue un estricto veedor del Partido Liberal, buscando que ningún indigno lograra su aval. Aunque no logró convertirse en sena- dor de la República, su influencia y compromiso con la política limpia y transparente fueron innegables. También presentó opiniones en otros escándalos de corrupción, como el caso del contrato entre la Electrificadora del Atlántico y TermoRío, en el cual decididamente emitió un concepto sobre la ilegalidad del contrato, opinión que fue adoptada por la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, en su momento. Más adelante, en sus últimos libros, des- cribió cómo la corrupción y la influencia de políticos y narcotrafican- tes afectaron los procesos que se adelantaron. Describía la situación como un ejemplo de cómo el narcotráfico y la corrupción están inte- rrelacionados y afectan la justicia y la economía del país. Magistrado y presidente de la Corte Constitucional Uno de los hitos más importantes en la carrera de Jorge Arango Mejía fue su nombramiento como magistrado de la Corte Constitucional de Colombia, cargo que ocupó desde marzo de 1993 hasta abril de 1998. En 1994, fue elegido presidente de esta alta corporación, luego de la presidencia de Hernando Herrera Vergara. Durante su tiempo en la Corte Constitucional, Arango Mejía fue uno de los precursores de la naciente jurisprudencia constitucional colom- biana de avanzada, que rápidamente comenzó a nutrirse de todas las teorías del derecho que reivindicaban la necesidad y la importancia de tener un tribunal constitucional y de constitucionalizar todas las áreas del derecho. Esa primera generación de magistrados tuvo el desafío