Sentencias y Conversatorios de Género 2022

73 aceptó que se la tratara como promedio, al igual que la Eliza Doolittle de My Fair Lady no aceptaba que otros la trataran como florista, por considerarse ella misma una dama. La gente trata de vivir con la imagen que se le impone. Los agentes de seguros del primer grupo se hicieron a esa imagen y procedieron como los súper vendedores que se les dijo que eran. Los del último grupo se trataron como si no tuvieran chance alguno y esta expectativa negativa sé convirtió así mismo en una profecía gerencial autocumplida. Los vendedores sin éxito tienen gran dificultad para mantener su autoimagen y su autoestima. Para evitar mayores fracasos y ante las expectativas negativas que se tienen de ellos, normalmente evitan, por protegerse, situaciones que los puedan conducir a nuevas fallas. Reducen el número de contactos de venta o evitan tratar de cerrar negociosparanopasar por nuevas situaciones de rechazo. Las bajas expectativas y los egos dañados conducen a comportamientos que aumentan la posibilidad de fallar, cumpliéndose así las previsiones de los gerentes. Más aún, la situación puede hacer que los empleados procedan irracionalmente, vendiendo por ejemplo a alguien que no puede pagar, en un desesperado intento por hacer algo que de golpe les salga bien y les cambie la imagen. Los gerentes no pueden evitar el ciclo depresivo de eventos que se derivan de las bajas expectativas simplemente ocultando sus sentimientos a sus colaboradores. Si los gerentes creen que sus colaboradores se desempeñarán pobremente, es virtualmente imposible para ellos disimular sus expectativas. El mensaje se comunicará tarde que temprano, así no existe la intención consciente de hacerlo. De hecho, los gerentes comunican más cuando creen estar comunicando poco. Por ejemplo, cuando no dicen nada, cuando se vuelven fríos y no comunicativos, es signo de que no están satisfechos con el desempeño de sus colaboradores. Lo crítico en la comunicación de expectativas no es lo que el jefe dice sino cómo procede. Los gerentes son mejores comunicando bajas que altas expectativas, a pesar de que piensen lo contrario. El ejecutivo a cargo de la compañía de seguros donde se corrió el experimento referido negaba que él le hubiera comunicado bajas esperanzas al grupo más pobre, aquel que consideraba no tenía chance alguno. Sin duda, los agentes asignados al grupo inferior

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