Sentencias y Conversatorios de Género 2022

164 Por eso, un tema fundamental es la dirección del proceso en relación con el trato diferenciado por cualquiera de las causas conocidas, en cuanto que, en la práctica procesal, se pueden presentar algunos obstáculos que hacen que el acceso a la administración de justicia y el actuar de los sujetos procesales al interior del proceso, se torne dificultoso, tortuoso, y en ocasiones revictimizante. Es por ello que, corresponde buscar desde la prestación del servicio público de administrar justicia, practicas judiciales que permitan superar o suprimir las barreras que por la complejidad o especialidad de los hechos que dan origen al litigio, comprometen un tratamiento procesal diferenciado (igualdad de trato procesal), en procura de una decisión definitiva, que sea pertinente e integralmente justa. En tal virtud, tanto la decisión definitiva, como el curso mismo del proceso contencioso administrativo, deben ponderar esta situación que de manera trasversal afecta todas las expresiones voluntarias o involuntarias del Estado, y que toma especialísima relevancia cuando se trata de afectaciones de derechos de las minorías, a punto tal de ocultar la verdad de la represión o la discriminación. Una verdad que además ha sido históricamente evitada. Esta verdad oculta, hoy día se revela gracias al enfoque diferencial y étnico, y es por ello que, debemos comprometernos con mayor ahínco en la implementación y utilización del enfoque diferencial y étnico, no solo en las decisiones judiciales, sino en curso del proceso y en la prestación misma del servicio público. Como sociedad, y aun desde el servicio mismo, nos enfrentamos entonces a una verdad incómoda y dolorosa: Hemos roto al débil, al diferente, y generando un espacio vacío, que poco a poco hemos venido llenando con reconocimientos importantes, pero todavía nos queda mucho camino por recorrer. De ahí que, nuestra jurisdicción debe adoptar una postura que permita prevenir y remediar eficazmente, cualquier escenario de desigualdad. Así pues, desde la práctica, podemos encontrar muchas herramientas para materializar los principios que guían el enfoque diferencial y étnico, dependiendo de cada circunstancia particular, siendo en consecuencia las principales el dialogo y la concertación.