Sentencias y Conversatorios de Género 2022

125 cabeceras municipales y de los días laborales del mes no destinan ninguno para llegar a la zona rural, por otra parte también en Córdoba existe la influencia de actores armados ilegales que intimidan a las mujeres y sus familias para impedir que denuncien. Si este panorama es desalentador para la mujer en general imagínense como es el tema para la mujer indígena o afro que desde sus propia cosmovisión y respaldado por patrones culturales aún se vive una violencia exacerbada, contra las mujeres que no son autónomas ni para decidir cuantos hijos quieren procrear o si quieren o no ser madres, se les niega el derecho a la educación porque “para atender la casa y parir hijos no necesita estudiar” según dicen los mayores en dichas comunidades, sé mantienen aún los matrimonios por clanes pactados desde la niñez, cuando una mujer es víctima de violencia en su comunidad, no pasa nada porque en Colombia la ley de derecho propio deja desprotegida a la mujer étnica a expensas de machismos culturalmente arraigados, y si la autoridad indígena quiere actuar a favor de la mujer entonces encuentra la limitante del favorecimiento de grupos armados ilegales hacia el macho agresor. Está en mora la ley colombiana de actuar en favor de estas mujeres para que exista un mecanismo que las libere del yugo opresor del derecho propio. Desde la Alianza “ Ni A Mi Ni A Ninguna ”, seguimos rechazando enérgicamente todas las violencias contra las mujeres y las niñas, e invitamos a todos y todas especialmente a quienes hacen parte de la ruta de atención a que no sigan mirando para otro lado evadiendo la responsabilidad en el cumplimiento de la ley y normalizando la violencia contra las mujeres, exigimos que la erradicación de estas violencias sea una prioridad en las agendas políticas de los gobiernos nacional y territoriales, recordemos que está en juego la vida de las mujeres que somos más de la mitad de la población de este país.

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