Sentencias y Conversatorios de Género 2022

115 han abordado la necesidad de reconocer la existencia de desigualdades específicas al interior del colectivo de mujeres. En Colombia, nuestro órgano de cierre constitucional hace alusión a esta nueva perspectiva en la Sentencia T – 376 de 2019, de la que resulta pertinente citar: “ la cantidad y diversidad de variables que se pueden presentar en cada caso, configura un tipo distinto de discriminación, (…) la interseccional, se produce cuando varios motivos de discriminación interactúan o interaccionan a la vez – de forma concurrente-, y ello tiene como efecto directo la dificultad añadida en el proceso de socialización e integración social de las personas que la sufren (…) esta “perspectiva de análisis permite comprender las razones por las cuales ciertas poblaciones aunque compartan realidades básicas, al contar con un factor adicional, se encuentran en mayor desventaja que otras en la posibilidad de satisfacer sus necesidades y ejercer sus derechos ”. Adoptar tal enfoque como instrumento o herramienta metodológica en una decisión judicial, así como para el diseño e implementación de las políticas públicas, no resulta una tarea fácil, pues se trata de alcanzar concretar medidas afirmativas, acciones, decisiones que centren su mirada en formas cada vez más particulares de segregación, causantes de déficit de protección constitucional . Ya en el ámbito particular y concreto, en el Tribunal pudimos resolver una solicitud de restitución de tierras presentada por una señora que afirmaba haber vendido su finca con el fin de evitar que uno de sus hijos fuera víctima de homicidio como lo había sido su padre. Lo anterior, debido a que su hijo era el único que había retornado al predio al encontrarse el núcleo familiar en situación de necesidad debido a la salida intempestiva y la ruptura con el único medio de subsistencia, esto es, la tierra. En este caso, no hubo pruebas de despojo ni de amenazas del las mujeres que han sido víctimas del asesinato de sus familiares no solo deben experimentar el dolor propio de la pérdida, sino también las incertidumbres por el futuro, llegando a entornos desconocidos y con responsabilidades nuevas que a su turno les imponen serias cargas emocionales y anímicas