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37 Comisión Nacional de Género de la Rama Judicial Aquella hemos de rescatarla, porque la necesitamos para la reconstrucción de este país, que explotará en la indiferencia si ahora no lo armamos con el estandarte de la ética pública que irradie todo el universo de aquello que es lo nuestro. De estas breves reflexiones podemos concluir que los puntos de conflicto que son objeto de debate en la comunidad nacional, como este que ahora hemos abordado, surgen sobre todo en las formas de aplicación de los principios éticos, y es allí donde la política del Estado debe intervenir para evitar la perversión de esos principios por los intereses que se contraponen. La tarea es avanzar en la tolerancia y la búsqueda de una vida humana digna con mayor autonomía y autenticidad de la vida en común, sin caer en estándares que pueden desencadenar nuevas formas de violencia, donde las mujeres padecerán en grado sumo por su innegable debilidad frente al tradicional machismo, no superado. Estas conquistas no las podemos dejar a cargo de los dioses, con quienes nos consuelan, para aceptar todo tipo de derrota o de discriminación. “Realismo mágico” y milagros divinos sí, para dar fuerza para la resistencia de los avatares humanos; pero bajo esa estética y ética se deben construir las nuevas relaciones de igualdad, que solo nacerán con la voluntad común . Queremos que no haya más víctimas de discriminación y desesperanza y salgamos para siempre del lamento por la inanición que bien describió una víctima, nuestra ilustre poetisa María Mercedes Carranza, a quien recordamos en la infinitud de sus palabras, quien partió temprano por voluntad propia: “ Escribo en la oscuridad, entre cosas sin forma, como el humo que no vuelve… Palabras que no tienen destino y que es muy probable que nadie lea, igual que una carta devuelta… ”. Hoy salgamos a declamar que ahora escribiremos en el alba, con un horizonte diáfano, construido por todas y todos, donde crecerán las semillas de la esperanza.

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