Libro
¿Hacia dónde ir? ¿Dónde Se encuentran? En este punto será necesario que las autoridades que han propuesto un cerco a las bandas marxistas del terror señalen los lugares, pues si lo pensaban proponer con la fuerza pública, será mucho mejor con civiles desarmados. ro". sea como espla, combatiente, cocine– ro o esclava sexual. Los queremos a todos. vamos por ellos. Ojos del mundo Quizá la marcha se constituya en el más impactante "reality" que hubieran podi- foto El Tiempo. Soldados secuestrados por las FARC. te. muy seguramente la misma amenaza se cernirá sobre esa multitud suicida. No se trata del garrotazo en la cabeza de la Fuerza Imperial Británica sobre las testas hindúes por tomar la sal al mejor estilo de la Resistencia Pacífica del Mahatma Gandhi. Al encuentro de la comitiva pa- do imaginar los creadores de tal formato cifista por la entrega de los secuestrados Señalados estos lugares (así sean espejis– mos), se deberá organizar una moviliza– ción que cubra los puntos más asequibles al Gulag de las FARC y organizar la meto– dología de los avances, de los relevos, de los campamentos base, de los campamen– tos de transición, de los campamentos de avanzada y de los puestos de observación o de exploración, en fin, toda esa logística de cubrimiento del terreno y del avance, que permita ir peinando las zonas de bús- televisivo; inmensos ríos humanos desa– fiando la selva, con los peligros que ella conlleva, al encuentro de secuestrados y secuestradores. Con televisión satelital en directo las 24 horas, desde los diversos puntos de avance, hagan lo que hicieren los terroristas, el mundo lo conocerá al instante. develarán su propia naturaleza y comportamiento, a ver si al fin quieren los extranjeros abrir los ojos y conocer el talante de quienes pretenden instaurar queda, porque en últimas eso es la movili- un régimen de felicidad socialista o co- zación, la búsqueda de unos compatriotas munista, en estas latitudes. perdidos para nosotros. Secuestrados y y menores raptados, los bandidos se– guramente exigirán que se apaguen las cámaras. Pero esta actitud solo milita en su contra y aquellas cámaras, desde los helicópteros o puntos lejanos, serán di– fíciles de eludir, como también lo serán las grabaciones de los celulares y de los teléfonos satelitales. Además, se podrá invitar testigos de excepción corno filó· sofos, escritores y cantantes. Eso sí nada de políticos. Podrán también optar por la intimidación y, al mejor estilo estalinista, causar una raptados, incluyendo los secuestros poi!- Si en la experiencia del sur de Bolívar masacre; peor para ellos. Colombia se ticos, económicos o de esclavitud con los ante el encuentro de los campesinos les volcará contra tales atropellos y su razón menores prestando un "servicio guerrille- exigieron no avanzar bajo pena de muer- de ser habrá cesado. ► Mano :zooslRevista Judicial j 25
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