Libro

. Editorial . ~ - - - ---- • ~ .. _.-:,. . - - _____a.:,.....__..,_ """ - - Viene de la página 3 Es por ello, que desde la Sala Administrativa hemos realizado todos los esfuerzos necesarios para ofrecer merecidamente a nuestros jueces, Magistrados y empleados, todas las herramientas, proce– dimientos, conocimientos, ideas, opiniones e instrumentos que les permitan el mejor desempeño de sus funciones, todo lo cual, au– nada a una depuración de los procedimientos internos, redunda en una mejor prestación del servicio de justicia. Es bien sabido, que la construcción transparente y a conciencia de un sistema de gestión basado en la calidad y la excelencia del servi– cio ha permitido contribuir a la disminución del atraso y congestión de los despachos judiciales, así corno en la reducción de los tiempos de respuesta a la solución de los conflictos que presentan los ciu– dadanos ante el sistema de justicia y genera una cultura de calidad entre los servidores judiciales. Quizá este es el mejor beneficio de esta norma internacional, porque al generar cultura, cambia 1a ma– nera de ser y de pensar de los servidores al darse cuenta que su fun– ción es fundamental para el éxito de la empresa, pues solamente trabajando en conjunto, en una mancomunada labor de equipo, se puede acceder al agradecimiento de los usuarios, quienes realmen– te son nuestra razón de ser. la calidad. entonces, no tiene ningún sentido si no busca el bienestar de nuestros usuarios, es decir, los ciudadanos de nuestro país. Es imperioso continuar con este importante proyecto, no solo por cumplir un mandato que exige la Ley 872 de 2003 a las entidades del sector público, sino por el convencimiento pleno que tenemos, como servidores judiciales, de alcanzar la excelencia y brindar a la ciudadanía repuestas más rápidas a sus demandas de justicia. Por consiguiente, cada uno de nosotros debe convertirse en un verda– dero gerente de la calidad y del servicio al cliente, sea cual fuere el cargo que tenernos, para construir un sistema de mejoramiento continuo, el cual les permitiría a los despachos judiciales ser todos los días una entidad de mayor confiabil idad ante los ciudadanos. Y superada la etapa, la siguiente debe buscar e imponer indicadores más rigurosos todos los años, de manera que se obtenga la mayor satisfacción de los usuarios. La misión de la Rama Judicial es garantizar la efectividad de los derechos, obligaciones, garantías y libertades consagrados en la Constitución y la Ley dentro del marco del Estado Social y Demo– crático de Derecho y lograr la convivencia pacífica entre los co– lombianos, generando responsabilidad, transparencia, publicidad y excelencia en el desempeño de la función jurisdiccional. Por ello, estamos frente a un esfuerzo que persigue facilitar al ciudadano el ejercicio de sus derechos, para que no se dilaten sus respues– tas por el cumplimiento de procesos engorrosos y caducos o de recursos dilatorios. Conocernos la trascendencia y la magnitud del reto que enfrenta– mos. Para alcanzar el éxito se exige el robustecimiento de nuestra 56 I Revista Judicial I Mano 2009 justicia, a través de la renovación del modelo de gestión en la jus– ticia y de la creación de una nueva mentalidad del servidor judicial. las certificaciones obtenidas por la Sala Administrativa en materia de calidad, son un e¡emplo para todo el país, para el sector pú– blico y para la entidades que administran justicia en lberoamérica, por cuanto dichas certificaciones internacionales, se han convertido en la referencia de la calidad por excelencia en el mundo entero y ciertamente representan una valiosa herramienta de gestión para que las empresas sean más eficientes, competitivas, productivas y rentables, como quiera que ejercen un sistema lógico, ordenado y eficaz de las organizaciones que les permite convertirse en actores principales del éxito de la misma. Como magistrado de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura les declaro públicamente que estoy plenamente com– prometido con respaldar el diseño de esta estructura administrativa y logística, para la prestación de esta importante función pública. que les facílite a todos los despachos judiciales del país, alcanzar el certificado ISO 9000. Y lo anterior no sería coherente, ni completo, sin el ambicioso plan de mejoramiento continuo, conforme con las exigencias de un derecho dinámico, en evolución y con el poder de transformar y perfeccionar el tejido social y los cimientos de la nacionalidad para procurarle un país mejor a nuestros hijos. La mayor o menor legitimación de la justicia dependerá, entonces, de la credibílídad que sus decisiones les merezcan a los ciudadanos y de la manera como se ejerza esta majestuosa función. Porque cuando se pierde la confianza en ella, muy seguramente también se pensará en el descrédito de esa función pública y del Estado como proveedor de la misma. Vamos, entre todos, a engrandecerla, a consolidarla, a solidificarla, a unificarla y aproyectarla hacia los si– glos venideros, efectiva y eficazmente, como gestora del desarrollo, de la paz y de la líbertad. Seguiremos adelante, con paso decidído y firme, en la ejecución de este proyecto, que se puede definir sucintamente, corno una impor– tante inversión orientada a optimizar el capital o el talento humano y con ello la eficiencia y la transparencia de la administración de justícía colornbiana. Finalmente, afirmo categóricamente que es en la gestión de calidad en la justicia donde el papel de la Judicatura resulta trascendente y glorioso. Por esto, es nuestro compromiso como administradores de justicia -y así lo reitero aqui y ahora-, proyectarnos a lo que el gran maestro italiano LUIGI FERRAJOU denomina la democra– cia social, entendida como la garantla del ejercicio de los derechos fundamentales, haciendo que esa elaboración artificial se concrete y descienda a este mundo real y tangible, y se haga efectiva frente a cada ciudadano. Y, en efecto, la noble y bella labor de adminis– trar justicia es definitiva en la creación de cultura ciudadana y en el mantenimiento de la armonía y de la calidad de vida de todos los colombianos. (i}¡ ·----

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