libro
Caracterización del juez en la sociedad C on el propósito de hacer una contribución al Consejo Superior de la Judicatura en su empeño de vincular a través de este me– dio a sus jueces, para escuchar su voz, aten– der sus inquietudes y procurar una solución a sus necesidades, encuentro oportuno realizar algunas breves reflexiones en torno al papel que juega el juez en nuestra sociedad, con la esperanza de suscitar comentarios, aportes, y críticas que redunden en el mejoramiento de nuestro desempeño y aún en nuestro creci– miento personal y profesional. Si dentro de los propósitos de esta alta Cor– poración se encuentra la reivindicación ante la sociedad colombiana de la labor judicial, la optimización académica y humanista de los funcionarios Judiciales y la proyección del juez como actor social, entonces, el recono– cimiento de nuestro rol en la sociedad debe rescatarse, mantenerse y proyectarse y, para ello, el mejoramiento de nuestra actitud, me parece trascendental. Es cierto que en el medio dentro del cual nos corresponde juzgar, se expresan problemas formales de volúmenes cada vez mayores de casos por resolver, de tiempos insuficientes para realizar esa tarea, de exigencias y medi– ciones por cantidad de trabajo evacuado, de formalismos legales que en ocasiones saai– fican la justeza de nuestras decisiones, etc., pero los jueces, en pro del fortalecimiento de la democracia, tenemos el reto de atemperar y ojalá, superar los componentes del proble– ma eficientista de la gestión procesal, con una nueva actitud, para así hacer vivo el anhelo social de justicia. De siempre he venido resaltando la impor– tancia del talento humano en el servicio de justicia. y ahora lo reitero. Los medios or- administración de justicia, pueden no corres– ponder a nuestras expectativas. El cúmulo de asuntos que cada juez colombiano debe atender a diario, la complejidad de muchos de ellos, la presión a que estamos sometidos, en todas sus manifestaciones, la realización de tareas que no son estrictamente judiciales, entre otros aspectos, pueden ser agentes que retrasan las decisiones y que por lo mismo, las tornan menos equitativas a la hora de su ejecución. No obstante, todo ello puede quedar salvado, en cuanto sea salvable, o por lo menos miti– garse, con la aproximación del juez al ciuda– dano, al beneficiario de la justicia, para lo cual estimo que al juez de hoy lo deben adornar cualidades humanas y personales, inclusive más que su propia técnica. Claro que esta, también resulta ser un gran e inmediato apor– te a la solución de la ineficacia que se le endil– ga a la administración de justicia. Para que el juzgador pueda realizar su papel, debe comenzar por reconocer, analízar e iden– tificarse con la sociedad a la cual debe juzgar y con tal cometido, se impone ya, quitarle la venda a la diosa de la justicia para que per– ciba su entorno y el pálpito humano que la reclama. Si el destinatario de la justicia es el ser humano, si con su efectividad se hace posible yse afirma la convivencia humana, su ejercicio práctico ha de estar impregnado de tempera– mentos humanos, es decir, que debe ser apli– cada por quien posee un pleno humanismo y conoce la realidad en donde ha de actuar, pues solo así el juez se convertirá en el slmbolo viviente de los valores del orden y de la justicia. Como nuestra sociedad, con alguna razón, se queja de la ineficacia de la justicia, los jueces, ganizativos, instrumentales y técnicos de la desde nuestra competencia debemos contri- Manuel Parada Ayafa Juez 40 Civil del Circuito de Bogotá ''La palabra servidor público recoge toda su significación e implica desprendimiento de la arrogancia que, . en ocasiones y en algunos, el poder genera.-- ► Diciembre 2009 Revista Judicial 29
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