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Oralidad Frente a la anterior forma de administrar jus• ticia (no oral ni pública en ta realidad, aunque fuera así enunciada por la ley), se destaca ante todo la presenda del juez al frente de la actuación, es decir, la inmediación. No hay Oralidad sin inmediación, no hay Dirección sin inmediación. Esto diferencia radicalmente al nuevo proceso del anterior, y por ello exige una actuación del juez radicalmente diferente a la que realizaba en el proceso escrito. Nuevo perfit del cargo de juez La Administracíón Judicial elabora el perfil de cada cargo que existe en la Rama Judi– cial. El perfil es un esquema flexible y ac– tualizable que describe las competencias, destrezas y responsabilidades que exige el desempeño exitoso de cada puesto de tra– bajo, y se expresa como: a. Perfil ocupacional, el que describe las competencias para las funcíones y tareas necesarias para cumplir con la misión del cargo, b. Perfil comportamentaf, el que descri· be las competencias como conducta observable requerida para garantizar la fluidez de la comunicación interper• sonal, el logro de las metas del cargo y el refuerzo de los valores de la Ad· ministración de Justicia, y c. Perfil prospectivo, o descripción de las acciones que permiten mantener la vigencia personal y profesional de quien desempeña el cargo con visión de su futuro desarrollo. Pues bien, no cabe duda de que el cambio trascendental que la Oralidad significa en el proceso judicial implica un replanteamiento del Perfil del cargo de Juez, en cada una de sus acepciones: a. El perfil ocupacional es el punto de partida: es Juez quien tiene un saber determinado y lo demuestra en una selección pública. Incluye competen– cias para administrar su saber jurldico general y específico, administrar los re– cursos inmediatos asignados, planear, 14 I ~vista Judicial J Diciembre 2009 ' 'No cabe duda de que el cambio trascendental que la Oralidad significa en el proceso judicial implica un replanteamiento del Perfil del cargo de Juez, en cada una de sus acepciones.ilil programar, coordinar las labores de su despacho, pero principalmente Di· rigir cada audiencia de los procesos a su cargo. En Oralidad, el perfil implica competencia para Escuchar activamen· te, hacer efectivo el debido proceso, y Decidir en las acciones de Hablar, Decir el Derecho, ejercer Jurisdicción. Encontramos muy afortunado que, donde es posible, la Administración Judicial separe al juez de las tareas que no son propias de su función de Decir el Derecho, cargas administrativas para las que no está formado ni tiene voca– ción. Los nuevos Centros de Servicios Judiciales se encargan del manejo de la mayor parte del personal de apoyo, de las comunicaciones y notificaciones, del manejo de títulos de depósito, del la audiencia hacia la ilustración necesaria para la toma de la decisión judicial legal y justa en forma inmediata, pública, en– tendible, dídtlctíca y convincente. Cada una de estas funciones y accio• nes requíere una capacitación y en– trenamiento especifico, y son temas valorables para las funciones de se– leccíón, capacitación y evaluación que desempeña la Administración Judicial. c. El perfil prospectivo incluye funcio– nes como socializarse, liderar, evaluar, transformar. Es de la mayor importan– cia para el desarrollo personal dentro de un plan de vida y de carrera de la persona-Juez, así como para el desa• rrollo de la función estatal de Admi– nistración de Justicia para la que es crucial asegurar la credibilidad ciuda– dana con su eficacia y oportunidad. El Juez está llamado a ejercer efec– tivamente la función social que de manera innata le pertenece, con las caracterlsticas propias y diferenciadas de tas de otros funcionarios públicos. Los expertos en las materias de administra– ción del talento humano identifican frente acopio y rendición de estadísticas (aún a cada función unas tareas o acciones con por perfeccíonar), de la requisición y las que se hace visible en la práctica, unas mantenimiento de equipos y elemen- competencias necesarias para realizar esas tos necesarios para el desempeño de la función judicial. Esto debe equilibrarse con la facultad del juez de seguir el rastro de la ejecución de sus decisiones para evitar que otros niveles de jerar– quía las lleguen a desnaturalizar. b. El perfil comportamental incluye fun• ciones como protagonizar, comunicar, enseñar, mantener el status del cargo, motivar, ejercer autoridad. Se debe desa• rrollar una enorme tarea pendiente para ta formación del nuevo juez, el juez de la Oralidad, el que dialoga pública y orde• nadamente con las partes, que escucha con paciencia y encauza el desarrollo de tareas, y unos conocimientos necesarios frente a cada competencia. Con esa base formulan los planes y progra– mas para su obtención. Este es un propósi– to que sólo se logra en el mediano plazo y, mediante una dedicación sostenida de re– cursos, pero la sola socialización de los ob– jetivos entre los jueces y aspirantes a jueces comienza a generar una actitud positiva ha– cia ta meta propuesta. La época de una jus• ticía pronta y cumplida, por ser Oral y Públi– ca, puede comenzar ahora bajo la voluntad de los legisladores, administradores y jueces que hemos demostrado estar dispuestos a asumir el reto de este cambio radical. (i

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