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o S(PTIMO fNr.u(NTRO OEGEN(RO DE lAS ALTAS CORPORl\r!ONfS OE JUSTICIA DE COl OMBIA. existido prejuicios de que se trataba de algo malo [incluso en algunas cuJturas se considera algo positivo, un rasgo de sabiduría de quienes tienen las características de ambos sexos]. la Corte se refirió expresamente al caso de John-Joan, el cual consideró, sumamente similar al caso del niño castrado, resuelto en la sentencia T-477 de 1995. La Corte tuvo en cuenta el supuesto éxito inicial del tratamiento de John-Joan, pero a la vez, su fracaso posterior, que llevó a que esta persona a 'echara para atrás', los pro– cedimientos clínicos adelantados en su cuerpo, logrando posteriormente, reconstruir su vida como wi hombre. 5 La sentencia menciona que David Raimer fue convencido por eJ sexólogo Milton Diamond para contar su caso y así evitar que otras personas fueran tratadas igual. En 1997, una revista mundialmente conocida (Rolling Stone Magazine), incluyó un articulo al respecto que hizo globalmente famoso el caso. 6 s Del caso de John•Joao dijo la sentencia, entre oll'as cosas: "La falta de necesidad comprobada de estos ttatamientos, así como la incertldwnbre sobre sus resultados banéficos a largo plazo. han llevado entonces a varios de estos cólicos a sostener que las cirugías y los tratamientos hormonales a los hermafroditas no pueden ser consideradas terapias cure tivas corrientes, que es como lo plantean los equipos médicos. ya que son procedimientos para enfrentar la ambigüedad genital que se encuentran todavía et1 un estado meramente experimental. 11 48· Esta naturaleza experimental es todavía más clara. según estas objeciones, si se tiene et1 cuenta que muchos de los manejos se basan en una toorfa psicológica, como la de )ohn Money, que es cuesrionada por numerosos autores y por diversos datos empíricos. Así, como ya se indicó en esta sentencia, según Monoy, una asignación de género temprana exitosa es posible, por cuanto las personas al nacer son neutras psicosexualmonle, de suerte que la identidad de género no depende de facto– res biológicos sino del trato social, el cual está condicionado por la apariencia de los genitales. Sin embargo, sedalan los crfticos, esos supuestos so11 muy discutibles, tanto a nivel empírico como teórico. 11 Así, empíricamente, la refutación más contundente parece provenir del que había sido considerado el mayor éxito para Money y su tooríe: el e.aso 'John Joan·, que ya fue referido en esta sentencia (Ver supra, fundam,mto jurídico No 38). En efecto, Milton Diamond y Keith Sigmund contactaron a ese paciente y mostraron que éste nunca estuvo realmente sat– isfocho con la asignación del género femenino, y que eD particular. al inicio de la pubertad. se negó a recibir las hormot1as femeninas que le ha.rían crecer los senos: igualmente rechazó cualquier intervención quirúrgica destinada a crearle una vagina. Posteriormet1te, después del examen anual en 1978 por el equipo de Money en el hospital John Hopktus, ol paciente amen· azó a sus padres con suicidarse si le obligaban nuevamet1le a retomar a ese centro médico, y manifestó que él era en realidad un hombre. Joan decidió entonces que quería ser Jobn, frente a lo cual , sus padres. siguiendo el consejo de ut1 siquiatra que atend1a al adolescente, optaron por contarle todo lo que había sucedido. Para John, esta información equivalió a une verdadera revelación, pues comet1zó a eutendor qué era lo que le había estado sucediendo. Decidió et1ton• ces recibir andrógenos y que le practicaran una operación para modelar masculinamente sus genitales y su apariencia. Actualmente John vive como hombre, se ha casado y es padre de wi nil1o adoptado. 11 Esta evolución de la historia 'John-Joan·, que es sorprendentemente similar a In situación del niño emasculado que tuvo que resolve1· esta Corte en lo selllencio T-477 do 1995, es de enonne importancia, pues este e.aso era considerado uno <le los sustentos empíricos deci• slvos on apoyo do la teoría de Mo1U1y y de las intervenciones médicas en muchas situaciones de ambigüedad genital. Según los críticos, el fracaso del tratamiento ea este célebre caso pone en cuestión muchos de los supuestos del actuel paradigma. Ademá.s. ag,ogan los opositores, no se trata de ut1a situación aislada sino recurrente. A.si, Willlam Reinar ha efectuado un seguimiento de quince niilos que fueron reasignados como mujeres, debido a que tenJan micropenes. Estos menores fueron castrados y educados claramente como niñas: sin embargo, varios de ellos han tendido a asumir comportamientos bastante masculinos y dos, antes de llegar a la pubertad, manifestaron que no oran niñas sino varones, mientras que otras tres de las infantes se describi– eron a si aúsmas 'como las niJjas más masculinas que ellas han conocido'. " s En el aJ1o 2002, el hermano gemelo do David Reimer murió de una sobredosis de antidepresivos, que usaba para enfrentar la esquizofrenia que padecía . En 2004, David le pidió a su esposa que se separaran temporalmente, y al poco tiempo so suicidó.

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