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4 PANEL IAlTAS COOPOAACION:S llE J 1 JS11CIA Luego de lomar nota de la constante y férrea actitud del menor por ser reconoci– do como hombre y no como mujer, de su precario entorno social y de sus bata]]as, que lo habían Llevado a interponer una acción de tutela previamente, para que se le or– denara al Notario volverlo a registrar con nombre de varón,• la Corte Constitucional, decidió que las personas a las que había estado a cargo la suerte del menor, habían violado sus derechos fundamentales a la identidad, la dignidad y al libre desarrollo ~ Al respeclo In sontoncia sonaló: ··El contorno social dentro dol cual se ha doSárrollado la vida del menor so puedo doscribit así: dentro del casco urbano, transcurrieron seis años del menor. an un albergue rege.ntodo por monjas, caroclarizado por esplrilu de caridad; el Tnstitulo Colom– biano de Binoestar Familiar critica la escasa aten.cíón al mantenimiento de la unidad funüüar de los ni/los que allí se atienden. En los últimos ailos el menor ha vivido en el campo, pero hu acudido tegularmente al~ instalaciones del J.C.8.f'.. en el casco wbano, porque ehl se le brinda la confianza debida y se lo presta una colaboración económica a la Iamilia (aproximadamanlo $ 70.000.oo mensuales) dentro do un programa call:ficado como "lJogar sustituto especial". Hoy el ambiente eu general es de respeto hacia el menor, cuyo problema es conocido do todos. En los ailos que ha vivido el menor en su vereda, primero lo hlzo en la casa de sus padres. ahora donde un hermano. ea una poqueflapieza do adobe que solamente Uene la cama y una radio prestada; el menor ve con buenos ojos su habitación por ser expresión de su independencia. Tanto la casa paterno corno las de los hermanos del menor se hallan muy cercanos. dentro de un predio rural de aproximadamente diez fanegadas, en ladera, co11 escasos siembras de café y maíz, predio que al parecer pertenece al padre y le abuela del menor. 11 Se trato da una región subdosorrollada, siu mayores fuentes do trabajo; ea ella es notorio el maltrato a los niños. Sólo ahora tjeoe tlllll vía de penetración en construcción que llega a la escuelo, donde el menor uo ha pasado del primer año, no obstante ser inteligente. En los últimos meses ha sido costumbre dal menor no asistir a clases. Se trola igualmoole de una región no nlejada de zonas de conflicto. Para trasladarse al casco urbauo hay wtprecario sistema de 1.ransporto. en lerteno quebrado proclive e los de,rum– bes, y para llegar a lacasa donde vive el monor, hay que transitar, odemás, wt trayecto a pie. 1 1 Los comisionados conversaron extensamente con el menor y purUeroa observar con ateoción su personalidad y situación ecl.ual. Se trata de un adolescente con presencia . ademanes y voz de hombre, lógico en sus respuestas. que rechaza los tnitos que se le han dado como mujer. insiste en alejarse del medio donde conocen su problewa, le tiene temor a que c.:onlinúeo los médicos coa el troi'amiento de readocuación de sexo, dice lener amigas, aspi.1'8 ser profesor. en ciorta forma criticae sus padres pero no desea perder el contacto con ellos. aunque expresa que le han hecho pasar hambre y en ocasiones ba sido objeto de maltrato físico. l..a medro presenta problemas de comunicación y parece estar aroctada de mudez temporal; tieno temperomcnto fuerte; 1rajo por escrito un rocfomo por babor inconven.iontes en la ootrega del dinero que los da e.l J.C,B.F.: aparentemente este es el punto que más la preocupa. El padre no se expresa correctamente, siendo difícil entender Jo que dice. Tanto 61 como ella admilen que su hijo os un hombre. 11 Los maestros voredales expresan que la pemlBilente conduela del menor so orienta a afirmar su hombrín a Lravés do agresividad cuando se lo trata como mujer. hostilidad al medio, exprosionos do vengan.za y anhelos do solucionar pronto, asf sea parcialmente, el trau– ma sufrido. Cuentan que el menor repite: "ya ru.e dallru'on''. 11 La slcóloga formuló apreciaclo-– nllS muy completas. Principia afi.noanclo que sólo la lógica humana del menor le ha permitido sobrevivir fronte al trauma. Dice que el menor ma11eja mucho temor y prevención, tiene deseo de venganza pero suefia con l.ener casa y familia, aunque lo domiM ol sentimiento de soledad; siempre ba conJiodo en que Je pueden ímplantar un órgano masculino. No se trato de un CBJjo de hermafroditismo, por el contrario, se reafirma su condición masculina y podda aprender a vivir con la amputación; esto último se di6cu1La en e.l medio en el cual vive, porque ha sído objeto de curiosidad y la familla del menor es 'disfunoional'. Por años (cuando el menor estuvo donde las monjas y en MedellmJ los padres declan que el nii\o había mumo y el nombre de mujer que se le dio lo escogió una enfermara. Objeta el tratamlento dado por los médicos, se alarma porque los médicos picnSOJ1 que "les dai'iaron el experimento" y, llama la atención anle el pe.llgro de que se esté otcndlendo pslquiólricamento al menor parn trater de tescatar el tratomiento que ellos Iniciaron. Agrega que han bocho openu;.ion1,s médicas con otros nú)os en parecido sentido. ·no se sabe cómo están esas personas. 11 lgwilinonte es de tener en cuenla que en la Notaria Única do la localidad se mocllf!có el registro civil de necimiealo, primero se registro como do sexo masculino, Ju.ego como de sexo femenino por orclan judicial, y, últimamenle, por fallo de tu tola, volvió al reg\sll'O original, como varón."
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