Libro
~ PANfll AllASCORfORACIQNlS nEJUSTICl/1 o debate. la forma como el mismo ha impactado la jurisprudenciaconstitucional, para, finalmente, aclarar por qué hablo de las mujeres y no de la mujer. Desde mediados del siglo XX, en el contexto clínico, apareció el concepto de género, para resolver el dilema que planteaban los llamados menores hermafroditas, o personas con ambigüedad sexual, denominados hoy en día, personas intersexuales. Aunque la palabra género es usada desde la edad media para referirse a lo masculino y lo femenino ,2 es a partir de la reflexión clínica que se hará 1a diferencia entre lo biológico y lo cultural y social. Se trataba de casos de personas que no tenían defini– do su sexo, se les diagnosticaba un problema en su salud, y se le intervenía qui.rúrgi– camente para 'definir' exteriormente lo que más se pudiera su sexo, de acuerdo con alguno de los dos establecidos, hombre o mujer. Una de las principales razones para intervenir a estos meno.res, era permitirles, por lo menos, identificarse socialmente con alguno de los dos roles de género, para así minimizar el daño que se produciría en aquellas personas, al enfrentarse a un sociedad dividida de acuerdo al género, sin tener uno definído en su cuerpo y en su conducta. Profesionales de la salud como, por ejemplo, el humanista y médico endocri– nólogo madrileño, Gregario Marañón y Posadillo, quien fue reconocido entre otras cosas, por ayudar a clasificar las enfern1edades y a enseñarle a los demás médicos a clasificarlas mediante varios manuales que publicó en vida, dio a conocer en el año de 1930 un texto titulado La evolución de la sexualidad y los estados intersexuales. Para el Doctor Marañón los estados intersexuales son aquellos en que en una misma persona, hombre o mujer, coinciden "estigmas físicos o funcionales de los dos se– xos; ya mezclados en proporciones equivalentes o casi equivalentes;" Partiendo del hecho de que todo embrión es bisexual en un principio, y que posteriormente en su desarrollo y evolución se da la diferenciación sexual, Marañón se concentró en las distintas formas de intersexualidad a las cuales denomina hermafroditismo. Los estudios del Doctor Marañón se ven hoy ingenuos, para el estado de las in– vestigaciones y los debates en la actualidad. Pero sin duda que se trata de un trabajo visionario para su época, en la cual plantea lo compleja que es la sexualidad, y la gran participación de la cultura y de la sociedad en la definición de lo que, luego, se llamará comúnmente 'género'. Quizá w10 de los momentos determinantes del desarrollo de esta discusión se da en torno del caso de John-Joan, como se conoció el caso de David Reimer, mien– tras estuvo vivo. En 1966, el pequeño David fue llevado de 8 meses a que se Le prac– ticara una circuncisión. Por un error en el procedimiento, su pene fue destruido sin que existiera posibilidad de repararlo o reconstruirlo. Sus padres, preocupados por su desarrollo y su felicidad sexual, lo llevaron a donde John Money, un psicólogo que sostenía que el 'rol de género' no era una cuestión natural, sino algo aprendido so– cialmente, que podfa ser cambiado con las apropiadas intervenciones. Sus trabajos, al igual que los del doctor Marañón, se desarrollaron a partir del trabajo de pacientes i Hay evidencia dol uso de género para referirse a lo masculino y o lo íarnenlno, por ejemplo. en Sha kespeare. 51
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