Libro
m OCTAVO (NCUlNTllíl OC lAS Al TAS COAPOAACIONíS Dé JUSIICIA DE Cnt OM81A 3. Ciudadania y gestión pública, en donde el objetivo es identificar el enfoque di– ferencial en los funcionarios públicos. 4. Participación en los procesos de toma de decisiones en la esfera del poder, pues Colombia en el tema de participación política de la mujer es uno de los países con mayores retrasos en América Latina. 5. Una vida libre de violencias, la ley 1257 aprobada en el año 2008 está en proce– so de reglamentación, conjuntamente con el Comité exisle con la defensoría del pueblo, la Procuraduría General de la Nación, la Alta Consejería para la Equidad de Género y tres organizaciones sociales venimos adelantando el proyecto. 6. Acceso a las mujeres a las nuevas tecnologías y gestión de la información y la comunicación, éste es un aspecto fundamental que se erige como tema relevante en el cual se quiere incidir activamente en la perspectiva. 7. Salud integral y derechos sexuales y reproductivos. 8. Educación con calidad no sexista. 9. Territorio, hábitat y medio ambiente. Estos nueve ejes preliminares hasta la fecha han sido trabajados conjuntamente con las organizaciones de mujeres, con la comunidad internacional que aquí nos acompaña, quienes han sido unos de los fuertes aliados para que esta política que esperamos podamos lanzar en marzo del próximo año, tenga todos los frutos y pueda recoger la participación necesaria. Para avanzar en los derechos de las mujeres y la equidad de género y bajo los anteriores componentes y ejes temáticos mencionados se requiere del esfuerzo man– comunado de todos los sectores de la sociedad; por esa razón extiendo una invita– ción al Consejo Superior de la Judicatura y a toda la Rama Judicial particularmente a la Comisión Nacional de Género para participar en la construcción de esta política. Esperamos definir estrategias que nos permitan garantizar a las mujeres una vida libre de violencias, para lo cual requerimos fortalecer la investigación y juzga– miento de los diferentes tipos de violencias y definir rutas institucionales frente a la violencia contra la mujer, sancionar a los victimarios para garantizar que los hechos delictivos no se repitan. También necesitamos aunar esfuerzos para investigar las amenazas a mujeres defensoras de los derechos humanos y sancionar a los victima– rios de delitos como violencia sexual contra mujeres desplazadas y mejorar el acceso a la justicia por parte de las mujeres que se encuentran sobre todo en zonas rurales. Finalmente y para terminar esta intervención proponemos desde la Alta Con– sejería para la Equidad de la Mujer trabajar conjuntamente en los siguientes temas: ■ Insistir en la importancia de fortalecer escenarios de formación para los opera– dores de justicia, en dichos escenarios se debe considerar que la violencia que se ejerce dentro del grupo familiar es un asunto de interés público desmitifican– do la percepción de carácter privado. ■ Reconocer a la mujer como sujeto de derechos humanos. ■ Prestar una atención integral a las mujeres víctimas de cualquier forma de vio– lencia que comprenda asesorías psico-afectivo, jurídicas y cualquier acción ne-
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