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o S(PTIMO ENCU(NTRO DE GfNlRO 0( lASAL1AS CORl'ORAClüNfS DE JUSílCIA O( COLOMBIA genio, hemorragias muy fuertes ese fue el caso de la magistrada, circunstancias éstas que en nuestra sociedad son despectivamente miradas con desprecio y discrimina– ción, aluden a "esa señora esta menopáusica" cuando se quieren referir a esa persona con discriminación. La magistrada no pudo asistir a la hora convenida a la diligencia de audiencia, el Procurador Delegado dejó constancia, de que se dejaba una excusa de problemas personales, pero sin decir el porqué? Ella se negó a dar respuesta y por ello se solicita compulsar copias a la Sala disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura (Art. 153 Num 7). La Sala Disciplinaria analizó el tema, tuvo en cuenta el bloque de constitucionalidad, la Convención Belén do Pará y concluyó que se debe amparar y no discriminar a la mujer. Se hace un llamado porque en la ley 100 de 1993 se olvidó este tema. Para la menopausia no hay medicamentos en dicha legis– lación , concluyendo que no sobran normas, sino que faltan. La jurisdicción archivó el caso, por ausencia justificada, Juego de dar una mirada de género a su situación y la exoneró de los cargos. 6.4 Gustavo Gómez Aranguren, Magistrado Consejo de Estado Ponencia del magistrado Gustavo Eduardo Gómez Aranguren en la reunión de género realizada en la ciudad de pereira. La libertad como categoría de lo subjetivo en los seres humanos constituye no un de– recho que se otorga por el sistema jurídico, sino mucho más, una realidad subjetiva que debe ser conquistada, principalmente a partir de sí mismo lo cual implica una búsqueda interior en procura de las realidades internas de cada ser con el interés superior de interpretarse dentro del marco global de la vida, y a partir de ahí poder elaborar una comprensión y una relación con los demás y con el entorno. De manera que el principal reto que tenemos como seres humanos no es otro que descubrirnos en nuestra individualidad, mucho más allá de la propia apariencia física, fenoménica, resulta vital, preguntarnos por los cuatro puntos cardinales de nuestra existencia: "el de dónde, el por qué, para qué, y el qué". Éstas inquisicio– nes al mismo tiempo que son un reto, es posible que representen para nosotros el principal motivo inconsciente de frustración, porque lo más probable es que al no comprender el entorno en el que nos encontramos seamos mucho menos capaces de atender preguntas sustanciales sobre lo interno, en forma tal que esta contradicción existencial origina en nosotros los seres humanos un laberinto de sobras y de luces, que finalmente no suele aclararse y por supuesto opera muy eficazmente en la cons– trucción perturbada y disfuncional de nuestras sociedades. Lo precedente para indicar tan solo, que la libertad como predicado de la igual– dad y de la dignidad humana, más que un derecho es en realidad un difícil estado de conciencia por el que los órdenes jurídicos poco pueden hacer para otorgar a los ciudadanos, y es precisamente de estos vacíos en que son posibles, para dolor de la civilización el cúmulo tan inmenso de asimetrías, desigualdades, injusticias, discri– minaciones, y claro los estadios de violencia crónica que no son más que la negación

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