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528 4. La participación política como esencia y condición para refundar la democracia graciosamente a los gobernantes, en tanto para otros, como ese poder jamás puede cederse, ni delegarse, o trapasarse, la soberanía pertenece y permanece índivísa en manos del pueblo ..." 51 9 • Defendemos la concepción republicana de participación, la noción deformarparte, de ser parte de. De tnanera que al interrogante de si es 1nejor ¿participación con represen– tación o representación con participación?, Una respuesta adecuada podría afinnar que son necesarios tnecanismos articulados de participación directa con formas controla– das de representación política. 520 Por ello, coincidimos con Del Río en que más allá de la polémica existente en torno al carácter excluyente de los ténninos democracia y representación, en las condicio– nes actuales a partir del análisis de su viabilidad universal, lo cierto es que tienden a coexistir -aunque con 1nás fuerza una que otra- cuando en pura técnica debían ex– cluirse. La expresión concreta y objetiva de la democracia en la actualidad, pasa por el reconocimiento de la representación co1no una vía democrática, aun cuando en puridad teórica y conceptual la representación sea la negación de la de1nocracia tal como fue concebida en sus orígenes. 521 En este orden de ideas, la participación debe ser vista como un proceso; vinculada esencialmente al ejercicio del poder político, no co1no eslabón instnunenta1 en el logro de determinados objetivos , sino como práctica habirual y modo de vida sociopolítico que refleje fiehnente al soberano, condicionada prilnero por el papel activo de la ciu– dadanía compro1netida en la transformación positiva de la realidad donde se desen– vuelve, pero también y de 1nanera determinante por ]a concientización de los agentes de ]a Ad1ninistración de su necesidad y viabilidad, por la existencia de un diseño cons– titucional y jurídico que prevea vías participativas concretas, así corno por un entorno adecuado, una administración más autónoma y descentralizada, en especial local, en tanto en el espacio cercano, en particular en los Municipios, su realización es poten– cialmente más efectiva. Por todo lo dicho es fácil co1nprcndcr cuánto puede incidir la concepción de dcrnocra– cia que se tome como premisa, en tanto, lo determinante de la viabilidad del proceso participativo es esclarecer quién es el titular del poder político. Debe entenderse entonces, que la participación política como esencia de la democracia se conciba co1no un "1necanismo socializador de poder indispensable, 1nediante el cual el sujeto popular adquiere la autoridad de intervenir, involucrarse, decidir y controlar los proble1nas que afectan su vida, valorar alternativas de solución, evaluar éxitos o m FERNÁNDEZ BULTÉ, Julio. Teoría del Estado, Editorial Félix Varela. La Habana, 200 1, p. 30 52 º FERNÁNDEZ ESTRADA, Julio y GUANCHE Julio César. En: Un socialismo de hJ'· En busca de un diálogo sobre constitucionalismo socialista cubano en J0J0. Epílogo del libro: Azcuy Ilugo. Análisis de la Constitución cubana y otros ensayos. Editora Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y Ru!h Casa Editorial, :!OJO, p. 341. m Vid., DET, RÍO HERNJ\NDFZ, tvfirtha A, T.a participación popular en el proceso de toma de deci– siones públicas en el ámbito local comunitario en Cuba. Su régimen jurídico. Tesis presentada en opción al título de Doctor en Ciencias Jurídicas, Facultad de Derecho, Universidad Central "Martha Abreu" de Las Villas, Santa Clara, 200 1, p. 17.

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