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Derecho Electoral de Latinoamérica 43 como parte de un proceso universal que haga resplandecer los valores y las normas que todos los hombres conocen o intuyen, y así pueda adquirir nueva fuerza efectiva lo que cohesiona al mundo 3 • Tesis contraria al eurocentristno que coincide con la opinión de que el libertador de A1nérica, Sirnón Bolívar, expresó a un itnpertinente corncnsal francés (rnayo 1830) lla– tnado Diocles Atlantique, pocos tneses antes de su 1nuerre (17 de dicie1nbre de 1830). El francés dijo " ...opino que el ejernplo de Bonaparte es bueno no solo para nosotros sino para el mundo entero ..." / . " ...no dudo que usted lo crea..." dijo el (3eneral sin disirnular la ironía. "Los europeos piensan que solo lo que inventa Europa es bueno para el universo inundo, y todo lo que sea distinto es execrable..."/. "Así que no nos hagan más el favor de decimos lo que debemos hacer", concluyó. "No traten de ense– ñarnos cótno debemos ser, no traten de que seamos iguales a ustedes, no pretendan que hagamos bien en 20 años lo que ustedes han hecho mal en 2000". í "¡Por favor, carajos, déjennos hacer tranquilos nuestra Edad Media" 4 • En la d iscusión jurídica de los derechos hutnanos las teorías de la evolución y del relativismo no han hecho 1nella en la pretensión jurídico-política de universali– dad, son los casos de la Declaración de los Derechos del Ho1nbre y el Ciudadano de la Revolución Francesa ( l 789); de la Declaración Universal de los Derechos Htunanos ( 1948); y del acuerdo de los gobernantes latinoamericanos, referente al neoliberalismo econótnico y a la democracia electoral en la década de los años och enta del siglo XX. A diferencia de lo señalado por Bolívar en 1830 y Ratzinger en 2004, la flatnante Organización de la Naciones Unidas expidió en l 948 la Declaración Universal de los Derechos Hutnanos (Artículo 3 ° Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona./ Artículo 17. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectiva1nente . .. nadie será privado arbitraria,nentc de su propiedad. Ar– tículo 21.1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directa– mente o por medio de representantes libremente escogidos ... La voluntad de l pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará tnediante elec– ciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedirniento equivalente que garantice la libertad del voto) 5 • Estas disposiciones nos llevan a su fuente positiva, también con pretensión de validez universal, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa la cual señala: Artículo 2°. La meta de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e itnprescriptiblcs del hotnbre. Estos dere– chos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. / Artículo 6. La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen el derecho de participar personahnente o por medio de sus representes en su formación debe ser la tnisma para todos, tanto si protege cotno si castiga. Todos los ciudadanos, al ser l 4 5 Ídem. Textos lomados de la novela El general en su laberinto , Gabriel García Márquez, México, Ed. Dia– na, 1989. Págs., 130 a 132. Véase, Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU.

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