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3. MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LAS DEMOCRACIAS IBEROAMERICANAS Gonzalo Julián Rosa Hernández., México SU)'lARIO: l. Introducción. II. Breve reseüa histórica. lll. Principios de la participa– ción ciudadana IV. Análisis comparativo de los mecanismos de participacióu ciudadaua en lberoamérica. Retos y perspectivas. l. Introducción El desarrollo democrático de Iberoamérica conlinúa, mienlras sus dilemas e inlerro– gantes se transfonnan; ¿Cótno asegurar una 1nayor calidad de la de1nocracia? ¿Cómo organizar apoyo creciente en la sociedad que dé poder y sostenibilidad a la dernoeracia latinoa1nericana? así, uno de los tetnas obligados para saber el nivel que han alcanzado las naciones respecto de sus de1nocracias es sin duda, la de las fonnas y existencia de cómo funcionan sus mecanisrnos de participación ciudadana, (referéndu,n, plebiscito, iniciativa popular. revocación de mandato), en este trabajo trataré de exponer de manera resumida cómo se dan, en las diversas latitudes de nuestras detnocracias ibe– roamericanas, para lograr tener un acercamiento a los retos que enfrenta1nos. En las últimas décadas el avance en el derecho a sufragio por parte de los ciudadanos, con elecciones libres y periódicas, dio origen al resurgimiento de la democracia formal en nuestra región, sin e1nbargo, el paso de una detnocracia fonnal a una democracia real es muy co1nplejo, ya que exige instituciones detnocráticas sólidas e instituciones políticas para la democracia real y no solo para la democracia formal. Así, el terna de los derechos de las personas, no solo exclusivamente sus derechos políticos, aparece corno el pritner hrran desafio, la historia de América Latina durante las últitnas décadas, es una sucesión de desarrollos políticos caracterizados por tnovi– mientos hacia una dernocracia consolidada. Mientras a fines de los años sesenta surge el discurso de la gobemabilidad co1no corre– lato de la necesidad de contener las deinandas de los sectores populares en el ámbito político, en la segunda mitad de los setenta. el discurso liberal fue dejando sin base le– gítima al autoritarismo, sin duda la década de los ochenta fue una etapa de gran declive en lo econótnico pero de gran expectaliva en rnateria democrática. Para que la detnocracia se convirtiera en un régimen de igualdad y libertad para todos los seres hu1nanos, tuvo que pasar tiempo, contemplar la fonnación de partidos políti– cos y pasar por un trance de las ideas de soberanía y legiti,nidad. Sin ernbargo, las necesidades y requerimientos sociales precisan de una Lransición de la de,nocracia electoral que considera el día de la jornada electoral y la fuerza electoral

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