Libro
Derecho Electoral de Latinoamérica 463 los complementa con la exigencia de unos componentes esenciales de la 1nisma, todos vinculados al control del poder, que son la transparencia de las actividades guberna– mentales, la probidad y la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública; el respeto de los derechos sociales y de la libertad de expresión y de prensa; la subordi– nación constitucional de todas las instituciones del Estado, incluyendo el co1nponente militar, a la autoridad civil legalmente constituida, y el respeto al Estado de derecho por todas las entidades y sectores de la sociedad (Art. 4°). Por ello, la importancia que tiene respecto de la de1nocracia el 1nencionado principio de la separación de poderes, del cual, en definitiva, dependen todos los otros cle1ncntos de la democracia. En efecto, solo controlando al Poder es que puede haber elecciones libres y justas, así co1no efectiva representatividad; solo controlando al poder es que puede haber pluralismo político; solo controlando al Poder es que podría haber efecti– va participación democrática en la gestión de los asuntos públicos; solo controlando al Poder es que puede haber transparencia adrninistrativa en el ejercicio del gobierno, así como rendición de cuentas por parte de los gobernantes; solo controlando el Poder es que se puede asegurar un gobierno so1netido a la Constitución y las leyes, es decir, un Estado de derecho y la garantía del principio de legalidad; solo controlando el Poder es que puede haber un efectivo acceso a la justicia de manera que esta pueda funcionar con efectiva autonornía e independencia; y en fin, solo controlando al Poder es que puede haber real y efectiva garantía de respeto a los derechos humanos. De lo anterior resulta, por tanto, que solo cuando existe un sisteina de control efectivo del poder es que puede haber democracia, y solo en esta es que los ciudadanos pueden encontrar asegurados sus derechos debidainente equilibrddos con los poderes Públicos. Por lo tanto es que al inicio calificábarnos a la democracia corno una alianza destinada a asegurar el control del poder, lo que implica entre orros, tres derechos políticos claves que los ciudadanos tienen, y que son, además del derecho a la separación de poderes, el derecho a la distribución vertical o territorial del poder para asegurar la participación política; y el derecho al control judicial del ejercicio poder, para asegurar la vigencia de los derechos humanos y el so,netirniento del Estado al derecho. Al contrario, de– masiada concentración y centralización del poder, como ocurre en cualquier régünen autoritario por más velo democrático que lo cubra por su eventual origen electoral, inevilable1nente conduce a la tiranía; y el inundo contemporáneo ha tenido demasiadas experiencias que ya han 1nostrado toda suerte de tiranos que precisamente usaron el voto popular para acceder al poder, y que luego, mediante su ejercicio incontrolado, desarrollaron gobiernos autoritarios, contrarios al pueblo, el cual fue 1novili2.ado al antojo de los gobernantes quienes acabaron con la propia de1nocracia y con todos sus ele1nentos, comenzando por el respeto a los derechos hu1nanos. Adctnás, los gobiernos autoritarios no soportan la existencia de un siste1na de descen– tralización política o de distribución vertical del poder público hacia entidades territo– riales regionales y locales dotadas de autono1nía política que estén efectivamente más cerca del ciudadano, que es lo único que puede garantizar la efectiva posibilidad de la participación política democriltíca en la loma de decisiones y en la gestión de los asuntos públicos. Es decir, y es bueno destacarlo sic1npre, porque se olvida cuando se
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