Libro

Derecho Electoral de Latinoamérica 433 se ajuste a sus intereses 394 . Pero el partido también será el encargado de permitir o facilitar que los ciudadanos que pretendan acceder al desetnpeño de los cargos electivos tengan la posibilidad de presentarse co1no candidatos. En últimas, son la herramienta adecuada para hacer efectivo el derecho de participación política. De esta rnanera, los partidos políticos serán protagonistas en el proceso electoral y en el funcionamiento del sisterna electoral, uno de cuyos ámbitos es el de la selección de los candidatos que serán propuestos al electorado 395 . A la sazón, la escogencia del can– didato se convierte en una de las decisiones tnás trascendentales del partido, que bien podrá llevarlo a la victoria o a la derrotaN~_ 111. Algunos problemas constitucionales del monopolio partidista en el derecho de postulación l. La titularitla,l tlel ,tereclio al sufragio pasivo, ¿tle los ciutla,lanos a los partitlos? Pues bien, la presentación de candidaturas cotno prerrogativa o privilegio de los partidos políticos no deja de tener varios problemas o interrogantes~ 97 • El pritnero de ellos tiene que ver con la efectividad del derecho a ser elegido, o , si se quiere, el derecho de acceder al desempeño de los cargos públicos electivos 398 • Si el ejercicio del derecho supone la intermediación de un partido político, su efectividad depen– derá en buena 1nedida de las reales opciones de ser nominado o seleccionado por 395 396 398 Según M.. ~:SIN, en la moderna democracia de pa rti dos, "el pueblo vota más por u n partido que por una persona". Para reforzar su argumento señala el fonómeno de la estabilidad electoral, en donde los votantes siguen eligiendo a los candidatos del mismo partido , inc lus ive las preferen– cias por el partido pasan de generación en generación. Los principios del gobierno representati– vo, Madrid, A lianza Editorial, 1998, p. 255. Para ÜARCÍA- PcLAYO"la función de los partidos, en tanto que organi:taciones políticas dirigentes de la sociedad, es proporc iona r a los electores las ofortas de listas de personas entre las cuales ha de elegir a sus representantes en las Cáln aras, bien entendido que en la mayoría <le los sis temas electorales el pueblo elige entre listas y no entre personas, es decir, entre partidos y no ,mtre individuos". El Es tado de pa11idos, Madrid, Alianza, 1986, p. 81. MIGUEL PRESJ-;O LDlERA. Los partidos y las distorsiones j urídicas de la democracia. 13arcelona, Ariel, 2000, p. 44. "Los candidatos que resulten nominados serán quienes representen al partido ante el electorado y de qu ienes dependerá muchas veces el éxito o la derrota electoral, así como tamb ién, una vez pasada la elecc ión, el ej ercicio del gobierno o la oposición" . F LAV1A F RF.IDENllERG. Selección de candidatos y democracia interna en los partidos de América Latina, Lima, Asociación Civil Transparencia e Intemational mRA, 2003, p . 9. Cfr. GUILLERMO MoLINBLLI. "Sistemas electorales", en introducción a la ciencia política, Buenos Aires, Eudeba, 2003, p. 357. Cfr. MARÍA ÜILDA PEDICOJ-;E DE VALLS. Derecho electoral, Buenos Aires, Ediciones La Rocca, 2001, p . 11 O. Esta autora sostiene que el monopolio de los partidos para la presentación de candida– turas puede tener consecuencias graves, entre ellas una "cl,1rn. desvirtuaciún del derecho al sufragio pasivo, que deja de serun derecho de todos los ciudadanos para convertirse, más bien, en un derec-ho <le los ciudadanos afüiados".

RkJQdWJsaXNoZXIy NzAxMjQz