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Derecho Electoral de Latinoamérica 361 Con ello se puede convertir en protagonistas a los ciudadanos, que podrán incidir en el desenvolvimiento de sus respectivas organizaciones políticas. En general, el régimen electoral de los países de la región no ha contribuido a fortale– cer a los partidos políticos, s ino más bien a debilitarlos a lo largo del tiempo. Decía el expresidente doctor De la Calle en 1996 que "La vida orgánica de nuestras colectivi– dades -no la vida de sus ideas y principios- es precaria y ocasional. La aplicación de disciplina interna, nula. De ello sólo podía derivarse -y se derivó- una sola consecuencia: el debilitamiento de los partidos. Y decir partidos débiles es decir sistema democrático débil. ¡\,Jala cosa, que a nadie debe dejar indiferente... ". C. El_financia,niento de los partidos políticos Resulta casi innecesario deslacar la imporlancia que tiene el financia1nienlo para el ftmcionamiento de los partidos políticos. Está dirccta1ncnte vinculado a los esfuerzos que se deben realizar en pos del fortalecilniento de los mismos. Justa1nente, una de las formas pasa por establecer procedimientos transparentes y cristalinos que les permitan acceder a los recursos financieros que requieran para el adecuado ctunplimiento de sus fines y o~jetivos, y que les pennitan conservar y en lo posible incretnentar la credibilidad en sus respectivas sociedades. Los recursos con que habiluahnente contaban los partidos políticos para desarrollar sus actividades se nutrían por las cuotas de los afiliados, los aportes que realizaban los 1nie1nbros de los partidos que ocupaban cargos electivos, políticos o puestos de particular confianza; por donaciones que realizan sus sitnpatizantes y eventualmente terceros, además de los recursos propios con que pudieran contar los partidos políticos. En el pasado fueron s ie1npre lilnitados y ello acrecía la influencia de los conlribuyentes en el ftmciona1niento interno. Ante las transformaciones producidas en nuestras sociedades, resulta evidente que los partidos políticos necesitan cada vez 1nayores recursos financieros para poder realizar sus actividades y cumplir con sus fines y objetivos. Uno de los principales factores de estas crecientes necesidades se vincula a las carac– terísticas de las modernas campañas publicitarias, que requieren equipos cada vez más complejos, tecnificados y costosos; y ade1nás la necesidad de acceder a los 1nedios 1na– sivos de co1nunicación, en particular las 1nodalidades de televisión, tanto abierta co1no las codificadas en sus variadas 1nodalidades, ade1nás de las tradicionales radios, en AM, y en FM. En estos casos, los precios para trans1nitir cualquier tipo de publicidad político-electoral se han incretnentado de manera muy importante y notoriatnente por encima de la inedia de variación de los precios de la publicidad comercial. Otro aspecto que gravita sobre las necesidades de obtener un mayor financiatniento es el descenso de los aportes que realizan los adherentes, stnnado a una dis1ninución en la cantidad de afiliados a los partidos políticos, en todo el mundo, y por supuesto, en la región. Todo ello ha provocado una sensible merma en la recaudación, justa– mente en momentos en que se requieren mayores recursos financieros. Obviamente,
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