Libro
Derecho Electoral de Latinoamérica 289 D. Fungir como correa de trans,nisión entre la ciudadanía y el gobierno De igual 1nodo, el partido político tiene a su cargo el papel de interlocutor, tanto de la ciudadanía co1no del gobierno, lo que lo erige en vía de comunicación de doble senti– do entre el pueblo y los depositarios del poder público, al recoger los requeritnientos, quejas y demandas de aquel para apoyarlas y hacerlas llegar a este; y, tratándose del partido en el gobierno, divulgar las acciones gubernainentales realizadas en obsequio de las de1nandas populares o de las razones que itnpidieron hacerlo. E. Postular a quienes deban ocupar cargos públicos Atañe a los partidos políticos reclutar a los funcionarios de elección popular y de la administración pública; en el primer caso desarrollan dicha labor mediante la posru– lación de candidatos; y tratándose de los funcionarios de la administración pública, el partido en el gobierno presenta sus propuestas al Ejecutivo, o los partidos que integran coalición en el gobierno, negocian con el titular de dicho poder la designación de fun– cionarios de la adtninistración pública. 11. El sistema de partidos En todo Estado que se precie de democrático su siste1na político Liene co1no elementos interactuanles al siste1na de partidos, al sistema electoral y al de gobierno, entre otros, los cuales se influyen entre sí; en opinión de Mauricc Duverger, las fonnas y 1noda– lidades de varios partidos en un mismo país definen su sistema de partidos 277 ; y para Segundo Linares Quintana: El sistema de partidos es el conjunto de principios, reglas, formas y caracte– rísticas que distinguen y definen la existencia y la actuación de los partidos políticos en un Estado determinado, comprendiendo, en su sentido más amplio y genérico. ta,nbién a los Estados que poseen un solo partido, como asimismo aquellos que carecen de partidos 278 . Desde nuestro punto de vista, el sistema de partidos co1nprende efeetivamente el caso del partido único, pero no es dable considerar un siste1na de partidos s in partidos, ya que para que se dé el consecuente se requiere el antecedente; pero sí es factible que exista un sistema de partidos dentro de un s iste1na político que los prohíba, sie1npre y cuando exista en la práctica cuando 1nenos un partido político, aun cuando opere en la clandestinidad; en este caso estaríamos ante un s istema de partidos de apartidismo oficial, o de partido o partidos en la clandestinidad. Duvcrge r, Mauri ce, !,os parlidos polfticos, trad. Julieta Campos y Enrique González Pedrero, 3ª ed. , México, FCE, 1965, p. 231. J .inarcs Quintana, Segundo, Sistema., de 1-'artidos y Sistemas Politico.,, Huenos Aires, Plus Ultra, 1976, p. 418.
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