Libro

Derecho Electoral de Latinoamérica 285 Tal circunstancia propicia que las sociedades estén irunersas en un proceso permanente de fonnacíón de mitos generados espontánemnente, o artificiahnente provocados, una vez advertida su función y utilidad para originar o mantener movimientos sociopo– liticos, dando lugar a la elaboración y c,npleo de técnicas del ,nito, cuya eficacia no estriba en su identificación de la verdad, ni en su probabilidad ni en su verositnilitud, sino, como dice Manuel (rarcía Pelayo: En su capacidad hic el nunc para producir ciertos efectos, quizá no queridos ni previstos, pero no por eso rnenos reales. Puede hacer referencia a fenórnenos del pasado o del futuro, pero cualquiera que sea el tie1npo a que se refiera el mitologema -conjunto de representaciones, no tanto manifestadas en concep– tos cuanto en imágenes y símbolos-, el mito es sie1npre actual2 72 . Propende la ideología, en el partido de nuestros días, a sustituir a la religión -que a su vez relevó al ,nito-, en la tarea de precisar los fines de la actuación social, espe– cialrnente del quehacer sociopolítico; pese a ello en los aparatos ideológicos subsisten muchos mitos y perduran reminiscencias religiosas, por cuya razón hay quienes consi– deran a las ideologías co1no las religiones o los ,nitos políticos de nuestro tiernpo, no obstante algunas tendencias, reales o aparentes, a lograr su desmitificación y a expresar sin circunloquios lo anteriormente insinuado por la religión a través de la perífrasis de su 1neditación. Sobre este te1na, Víctor Massuh afinnó: J\.fediante su profetismo, su mesianismo apocalíptico, su absolutización y su redenlorismo revolucionario, la ideología (Según Víctor J1assuh) vuélvese una fe degradada; es la religión del espíritu irreligioso. El saber absoluto de quienes hanperdido el sentido del misterio, la nueva idolatría de aquellos que han vuelto las espaldas a lo sagrado 173 . Toda ideología aspira actuahnente a delinear el trazo teleológico co1nunitario para determinar los fines del quehacer colectivo, a definir los objetivos de la sociedad, a precisar el perfil de la nación, a imponer el modelo del Estado y a sentar las bases de las relaciones internacionales. Por consiguiente, cada ideología es un sistema de ideas básicas que caracterizan el pensamiento y las creencias de una persona, de un gn1po o de un ,novimiento social, porque como sostiene Femández de la Mora: "En toda ideología hay un intento de juslificación y una concepción del mundo más o 1nenos elemental o incoada" 274 • 272 2 13 2 14 García-Pelayo, Manuel, Los mitos polític-0s, lvlad1id, AJia.nza Editoral, 1981, p. 26. En can1bio, en opinión de Nalhaniel Mickkn (La religión, trad. Víctor Adib y M. IIernánde:l I3arroso, México, Fondo de Cultura Económica, 1981, pp. 18 y 19) "La religión pertenece al aspecto racional de la naturale:la humana, porque ofrece, o intenta ofrecer, una respuesta a las eternas cuesliones que la vida misma plantea a todo ser humano, salvaje o civilizado... La hisloria de la religión no es el relato de una 'especulación confusa', s ino más bien, como anota John Osman, el relato de los lar– gos aúmes del hombre por enconlrar un ambienle superior al mundo de los sentidos, aprendiendo a vivir rectamente en él. Massuh, Víctor, La libertad y la violencia, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1964, pp. 88 y 89. Fernández de la Mora, Gon7.alo, ra partitocracia , Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1977,p. 11 9.

RkJQdWJsaXNoZXIy NzAxMjQz