Libro
Derecho Electoral de Latinoamérica 283 la cabeza de los demás, comparten la ajena hipocresía moral y ajustan su carácter a las domesticidades convencionales 267 . Los dirigentes de diversos partidos políticos, sabedores de que la mayoría del electo– rado no milita en ningún partido polílico, parten de la hipótesis de que esa mayoría es un dócil rebaño de hombres masa, de hotnbrcs 1ncdiocrcs, ayunos de raciocinio y de crítica, que se dejan conducir, dentro de esquemas clientelares de intercambio de vo– tos por 1nendrugos, bajo consignas, sin razones ni argu1nentos, porque desconoce los aspectos fundamentales de la ideología sustentada por cada partido político e ignora la problemática básica del país, agobiado por sus propios y personales problc1nas; y lejos de pro1nover la difusión de su ideología, muchos líderes de partidos apuestan por la ,nercadotecnia, con apoyo de una imagen maquillada de sí 1nis1nos y de sus candida– tos, proyectada a través de los medios de comunicación rnasiva mediante la repetición constante del spot: vota por fulano, vota por fulano, vota por fulano, en ünilación del co1nercial: toma coca cola, to1na coca cola, to1na coca cola, dado su éxito comprobado. Hoy en día, la 1nercadolecnia política sustituye al rdwnamiento, al análisis, al argmnen– to, al debate; lo que itnporta es obtener recursos para financiar tma intensa catnpaña publicitaria que a fuerza de repetir su mensaje: vota por fulano, vota por fulano, vota por fulano, conduzca al elector a votar por el candidato de 1narras, no se trdta de promover el voto razonado, sino de sustraerlo tnediante el aturdimiento producido por la merca– dotecnia, de estragarlo a través del soborno en especie: desayunos, despensas, playeras, ,nateriales de construcción, o de plano, co1nprar el voto con dinero en efectivo. El perfeccionamiento de la democracia reclama, para bien del Estado y de su pobla– ción, poner término a esa práctica viciosa, a efecto de que el electorado deje de ser rehén de la mercadotecnia y de la promoción fraudulenta de los partidos, y que estos rectifiquen su estrategia y promuevan entre los electores el conocimiento y difusión de la problc,nática nacional, regional y local, así co1no sus propuestas, para que por tnedio de la reflexión, del análisis, de la crítica y de la razón, apoyen con su voto la propuesta del partido correspondiente. C. El elemento de cohesión La ideología, o conjunto de ideas acerca de la conducción y actuación del Estado, que cotnparten los militantes de un partido político, representan el elernento aglutinador de este. En opinión de Stanley Henig: "No es necesario para un partido poseer una ideología total, en sentido estricto, pero en catnbio es un vínculo esencial del partido la participación en ideas y programas políticos comunes" 268 • Diferentes significados admite la palabra ideología, para algtmos autores equivale a doctrina: "La palabra ideología ha sido utilizada prácticamente como sinónimo de 'doctrina' conjunto de creencias o ideas ensambladas, que traducen una orientación Ingenieros, José, t:·z homhre mediocre, México, Porrúa, 1974, pp. 26-29. Heing, Stanley y John Pinder, op. cit., p. 7.
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