Libro

280 S. Degradación de los partidos políticos mexicanos El elemento humano integrante del partido político podrá ser una militancia o una masa, según esté compuesto por militantes voluntariatnente afiliados al tnismo y con– vencidos de la idoneidad de sus principios e ideales; o inlegrado por miembros colec– tivamente incorporados a través de sindicatos, organizaciones sociales o rel igiosas, o grupos clientelares, que incluso ignoran o no tienen conocimiento de los aspectos fundamentales de la ideología del partido respectivo, reclutados bajo presión o por tnedio de dádivas de diversa índole. B. El cue1po directivo En cualquier partido político, incluso en el partido de notables, se pueden distinguir dos segmentos clara1nentc diferenciados: los dirigentes y los dirigidos, la élite y la masa, producto de su tendencia oligárquica, según se desprende de la teoría de las élites y de la ley de hierro de la oligarquía. Se entiende por élite el grupo aristocrático cuya selección se hace por el nacimiento o por la capacidad de sobreponerse a los detnás, o en razón de los 1néritos intelectuales o aptitudes para el desempeño de funciones irnportantes. Frente al grupo selecto y re– ducido de la élite se encuentra la masa -\-Vilfrido Pareto la llmna la clase no selecta-, o sea, sociológica1ncntc, el grupo que tiene la vinculación rnás leve y superficial que se basa en un sentimiento de igualdad desindividualizante. a. La teoría de las él ites Sin siquiera conocerse, Gaetano Mosca y Wilfrido Pareto, fonnularon en la 1nisma época su respectiva versión de la teoría de las élites, la cual sostiene que en toda socie– dad siempre habrá una minoría que detente el poder en sus diferentes manifestaciones, frente a una 1ninoría ayuna de él; Mosca fue el primero en enunciarla en 1884, en el capitulo J de su libro Teoria dei governi e governo parlamentare (Turin, Loeschcr, 1884), que luego explicaría con mayor precisión y amplitud en su obra 1naestra Ele– menti di scienza política, cuya primera edición se fechó en 1895. En su parte rnedular la elitística o teoria 1nosquiana de las élites, sostiene: 260 Entre las tendencia,; y los hechos constantes que se encuentran en todos los or– ganismos políticos, aparece uno cuya evidencia se le impone fácilm.ente a todo obserFador: en todas las sociedades. empeza11do por las medianame11te desarro– lladas, que apenas han llegado a los preámbulos de la. civilización. hasta las más cultas y.fuertes, existen dos clases de personas: la de los gobeniantes y la de los gobernados.Lapritnera, que es siempre la menos nu,nerosa, dese1npeíi.a todas la,; funciones políticas, monopoliza el poder y di.ef ,·uta de las ventajas que van unidas a él. En tanto, la segunda. más numerosa. es dirigida y regulada por la prin1era de una manera más o menos legal, o bien de un modo más o menos arbitrario y violento, y a ella le suministra, cuando menos aparentemente, los medios materia- les de subsistencia y los illdispensablespara la vitalidaddel organismo polítíco 2 w. Mosca, Gaetano, ra clase política, trad. Marcos Lara, Méx ico, Fondo de Cultura Fconómica, 1984, p. 106.

RkJQdWJsaXNoZXIy NzAxMjQz