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Derecho Electoral de Latinoamérica 277 popular y está sujeto a elección. resulta peligroso dej arlo predominar. pues p or su tendencia natural, siempre habrá más de lo necesario para que p ueda ejercer su il~ffuencia saludable; y por e.xistir siempre el pelignJ de que se des– borde. conviene que la.fuerza mis,na de la opinión pública tienda a mitigarlo y reprilnirlo. Sin emba,go, por ser un fuego que no debe ser apagado, precisa de continua vigilancia para evitar que llegue a ser demasiado intenso y queme cuando sólo debe calentar 153 . A pesar de todo, a contrapelo de las ideas de teóricos y gobernantes, en diversos países surgieron los partidos políticos, cuya consolidación se dio en la medida en que avanzó el sufragio universal y las prerrogativas parlatncntarias se incrementaron. En la respe– tada opinión de Paolo Biscaretti di Ruffia, formulada a la mitad del siglo XX: Es sobradamente conocido que los partidos políticos han llegado a asumir influencia cada vez más extensa e importante en el .funciona,niento cotidiano de la vida constitucional de los Estados modernos, en La cual el ciudadano no p articipa más que raramente como individuo aislado_. y m,ás bien casi siempre co,no ,nie,nbro, o adherido, de tales complejas formaciones sociales 154 , La fortaleza lograda por los partidos políticos les pennitió no solo imponerse en la realidad social y lograr su consiguiente reconocilniento en la ley, sino que, al término de la segunda guerra mundial, les abrió la puerta de acceso a los textos constituciona– les, circunstancia que hace notar Karl Loewenstein al señalar: "Tras la segunda guerra mundial, cuando ya no se pudo ignorar por 1nás tie1npo la ilnportancia de los partidos en la vida de la democracia constitucional, el tabú se rompió y aparecieron diversas referencias a los partidos políticos en las constituciones" 255 . La indiscutible relevancia actual de los partidos políticos no solo se refleja en su acce– so a los textos constitucionales, sino en su infi ltración en la representación política, y en su injerencia en el ejercicio de las funciones del poder público. J. Concepto de pa,titlo político Existen ntunerosas propuestas definitorias del partido político, por eje1nplo, seg(m el ideólogo del conservadurismo británico, Edmund 13urke: "Partido es un cuerpo de hotnbrcs unidos, que desean, con esta unión, protnover los intereses nacionales, apo– yados en un principio particular en el que todos concuerdan" 256 . La definición propuesta,por Burke tne parece errónea, por cuanto está históricatnente comprobada, en diversos países, la existencia de partidos que lejos de promover los 253 254 256 To1m1do <lé: Richardson, James D,uiiel, A compilation of the messages and papers of the p1-esi– d~!nts, New York, Buereau ofNational Literature, 1897, t. !., p. 211. Biscaretti di Ruffia, Pao lo, Derecho constitucional. trad. Pablo Lucas Verdú, Jl.1adrid, Tecnos, 1965, p, 714. T.oewenste'ir1, Karl, Teoría de la Constitución, trad. Al fredo Gallego Anah ita11e, 2ª ed., Barcelona, Editorial ,-\riel, 1979, p. 444. Burkc, lidmund, "Thoughts on thc Cause of Prcscnts Disco ntcnts"' Works, Hoston, l.ittlc, Hrown and Cornpany, 187 1, vol. I, p. 15 l.

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