Libro
268 4. Financiamiento de las elecciones Y los partidos políticos en México: ¡alguien tiene que ceder! 111. ¿ Gastar para merecer? En sociedades dinátnicas como la nuestra, se etnpieza a diluir la fórmula que privilegia el dinero y lo equipara al éxito electoral. Aún más, diversos autores han señalado que no hay una correlación exacta entre el costo de campañas y su capacidad de co1nunicar el 1nensaje, la platafonna y los contenidos ideológicos de los partidos políticos a su electorado; por el contrario, la práctica reciente nos enseña cótno los medios alternati– vos de co1nunicación como el Facebook o el Twitter van ganando la carrera a la propa– ganda electoral convencional. Casos co1no el de Zapatero y el PSOE (en la elección de 2008) en España o la elección de Obarna en Estados Unidos confinnan esta hipótesis. En el caso del Presidente Barack Obama, el apoyo en las redes sociales y en intemet fue un factor decis ivo en este proceso comicial donde los EE. UU., eligieron al primer presidente de color en su historia, contrario a lo que había sido sostenido por analistas y expertos de la política. Fue la pri1nera vez que un candidato apostó a tener "co1nunica– ción real" o "personalizada" a través de la red de redes. Los mensajes "personalizados" que analizano atacan a un segtnento de la población biendefinido fueron parte de su éxi– to: educación a los jóvenes, pensiones a los adultos tnayores, etcétera. Incluso, algunos analistas del marketing político recuerdan como "un éxito" el mensaje trasmitido el día de la votación, en los lugares en que hubo 1nal tiempo que decía algo as í co1no "Aunque esté lloviendo, Obatna espera tu voto" 248 • Los datos son reveladores: Oba1na consiguió añadir rnás de dos rníllones y 1nedio de amigos en su página de Facebook, una cifra cuatro veces superior a la de su oponente, el republicano McCain. Eso responde afirmativa1nente la pregunta de que si es posible hacer política con 1ne– nos dinero y abona en el argumento que en México, los procesos electorales pueden abaratar sus costos sin que esto sea rnotívo para incentivar la inequidad en la contienda o se fonnule de facto un desequilibrio entre quienes participan. IV. ¡Alguien tiene que ceder!: Una propuesta regular el gasto en campañas a través del factor socioeconómico 249 "No hay cosa tan cara co1no la que con ruegos se compra" Séneca En 1ni experiencia como Consejero Electoral, es posible bajar sustantiva1nente el costo de las elecciones, tanto federales co1no locales. Solo es un asunto de voluntad política Apuntes del Primér Senúnario dé Estrategias dé Campañas Eléclorales '"La Diferencia entre Ganar y Perder una Elección"', The ( ira<luale 8chool of Politica1 .tvfanagemenl, George Waslúngton l Jni– versity, agosto, 2009. Un an\ecédente dé éste apartado es el artículo '"El j<1ctor socioeconómico e11 los topes de cam– pa1ia: elecciones más baratas", publicado en revista di-Urna, número 5 del Tnstituto Electoral Veracruzano; elaborado por el suscrito y la Consejera Ángeles Blanca Castaneyra Chávez, pro– ducto de nuestro trabajo en la Comisión de Prerrogativas y f>artidos Polít icos durante el Proceso Electoral 20 lO.
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