Libro
Derecho Electoral de Latinoamérica 245 6. Se recomienda una cuenta bancaria única - sin reserva bancaria y que pueda ser consultada en línea por el organismo electoral- en la que deben depositar– se, s in excepción, lodos los aportes y debitar todos los gastos. Cualquier suma por fuera de ella se considera ilegal. 7. Se recomienda el establecitniento de un lítnite global para cada candidato o partido, calculados por eje1nplo en función del PIIl, así como lí1nites a cada donación. 8. Deberá acreditarse un tesorero único con todas las responsabilidades. No de– bería ser un candidato. 9. Es conveniente prohibir, o restringir de manera especial, los aportes de con– tratistas del Estado. 10. La repartición de b ienes públicos en especie (ejernplo, espacios en televisión) debe hacerse 1nediante un sistema mixto: una ba8e igualitaria y el resto en función de la fuerza. electoral. 1.1. Se debe considerar la prohibición, o al 1nenos la severa restricción de avisos pagados (spots) en rnedios electrónicos rnasivos, o al menos en la televisión. 12. La creación de un fondo unita.rio de apoyo a la gestión política, sin que los beneficiarios se enteren de las donaciones particulares, incentivado por des– cuentos tributarios, aunque es una rnedida de dificil aplicación, contribuiría a alejar el entorno plutocrático . 13. No hay que ahorrar esfuerzos en el robustecirniento del organisrno electoral a fin de que cuente con la infraestructura técnica que le permita jugar un papel activo en la aplicación de la ley. 14. La configuración del tnáxirno órgano electoral es crucial. Si depende de los partidos, es casi seguro que su papel se verá lünitado. En este carnpo, podría distinguirse entre los órganos encargados de la administración del proceso electoral, en los cuales debe existir participación partidaria, y los órganos de control y de aplicación de sanciones que requieren una estructura auténtica– mente "neutral" conformada por verdaderos magistrados de altas calidades y larga duración en sus cargos. 15. El control del organismo electoral debe concentrarse en los tnayores dispara– dores del gasto. Tratar de abarcar todos los gastos genera dispersión y debili– dad. La televisión es uno de los 1nayores receptores de gasto electoral y, a su vez, es posible controlarla de manera detallada. 16. Es conveniente que la divulgación de los ingresos y gastos pueda hacer– se en épocas predetenninadas durante la ca1npaña y no solo después de la elección. Esto se facilita si, además, se exige un presupuesto inicial a cada candidato o partido.
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