Libro
198 l. Para llegar a tiempo: apuntes sobre la regulación del financiamiento político en América Latina 111. ¿ Qué hacer? Instrumentos de regulación y experiencia comparada El papel del dinero en la actividad política de1nocrática puede ser regulado 1ne– diante una amplia gatna de instrumentos legales, cuya presencia y cotnbinación dan fonna al sisterna de financiarniento político (SFP). El SFP es el conjunto de normas que regula el indispensable flujo de recursos económicos hacia el sistema político y desde este último. Es el marco nonnativo dentTo del cual los partidos y los candidatos pueden actuar lcgahnente para obtener y gastar recursos econótni– cos para sus actividades, y dentro del cual las personas fisicas y jurídicas -tanto públicas como privadas- pueden financiar esas actividades. Asi rnismo, el SFP de– fine los instn1mentos legal es para supervisar y respaldar coercitiva1nente la aplica– ción de ese tnarco normativo. La diversidad de instnunentos disponibles para regular el financiamiento político y las numerosísitnas combinaciones posibles plantean probletnas para los reformadores, pero tarnbién para quienes estudian esta rnateria, toda vez que identificar nítida1ncnte los efectos de cada uno de los instnunentos de regulación y elaborar prescripciones a partir de esos efectos es Lma ardua tarea. Con todo, a estas alturas, tras más de un siglo de intentos de regular el financia– miento político en la democracia, no es poco lo que sabe1nos. Vale la pena dete– nerse, pues, en el cxarnen de la diversidad de instnnnentos regulatorios y algunas de las principales lecciones arrojadas por su aplicación en diversos contextos, in– cluido el latinoamericano. Contrariamente a la percepción habitual, los países de América Latina tienen una larga tradición de regulación del financiami ento político. En particular, han sido pioneros en la adopción de subsidios directos para partidos y candidatos, como lo atestiguan los casos <le Uruguay ( 1928), Costa Rica ( l 956) y Argentina ( 1961). El retorno de la dernocracia a la región ha generado, predcciblemente, un creciente interés en esta materia, que se ha vertido en numerosos esfuerzos regulatorios. La región ha avanzado en la adopción de normas y, ayudado en parte por una prensa cada vez tnás incisiva, el terna del financiatniento político está definitiva1nente instalado en la discusión pública. Esto últirno es, en sí misrno, un progreso con– siderable. Sin e1nbargo, como se ha visto 1nás arriba, son abundantes y graves los riesgos que persisten para las democracias de la región, derivados de la inadecua– da regulación de la 1nateria y, en particular, de la pobre ejecución de los controles existentes 134 • 134 Amplios análisis comparados de las reglas de fmanciamiento político en América Latina pueden encontrarse en Castillo y 7.ovano ( 1998), Carrillo et al. (2003), Grincr y Zovano (2004), 1/,ovatto (2005), y Zovatto (2007).
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