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128 7. La eficacia simbólica en la fundamentación constitucional del sistema electoral derrotados un poder de negociación suficiente para hacerlos importantes y darles pennanencia en la escena política. Surgen entonces dos especies de ecuaciones: Siste1na electoral unipersonal, 1nayoritario y a una vuelta= Unipartidis1no o biparti– dismo . Sistema electoral pluripersonal, proporcional, preferentemente a dos vueltas = Pluri– partidis1no. Las dos ecuaciones expuestas permiten lanzar tres hipótesis en términos de eficacia simbólica: (i) La regulación constitucional de los siste1nas de partidos no debe hacerse de 1nanera directa., sino en fonna indirecta o sitnbólica a través de disposiciones que regulen el sisterna electoral. (ii) Para el establecimiento y permanencia de un s istema monopartidista o bi- partidista bas ta entre otras acciones con establecer en el Texto Superior , , , algunas dispos iciones que regulen el funcionarniento de un siste1na electo– ral que sea unipersonal, mayoritario y a una vuella. (iii) Si la voluntad política consiste en estünular la creación de varios partidos, más o 1nenos iinportantes y estables, bastar ía con que a través de disposi– ciones constitucionales se regul e un siste1na electoral pluripersonal o por listas, proporcional y preferentemente a dos vueltas. Ahora bien, convendría preguntarse si la relación de correspondencia señalada en las hipótesis presentadas se da en la realidad política y con qué efectos. Para esta evalua– ción, es menester partir de algún ejemplo práctico, que para el caso puede ser el de Colo1nbia, teniendo en cuenta que puede haber ciertas variaciones en su presentación y resultados, de acuerdo con las peculiaridades y características propias de cada Estado. II. El caso colombiano: el sistema de partidos consagrado simbólicamente a partir del sistema electoral La realidad político-constitucional colotnbiana que precedió a la Constin1ción Política de 199 l, desde el nacimiento de la república hasta la expedición de la nueva Consti– tución, y aun después, de acuerdo con cierta visión de nuestra evolución política, se caracteriza por la presencia marcada de dos partidos políticos organizados y con relativa estabilidad: el Partido Conservador y el Partido Liberal, cuya presencia se re1nonta a los orígenes 1nis1nos de nuestra institucionalidad, ya que de alguna 1nanera son el reflejo y continuación de las débiles ideologías existentes en el momento del nacimiento de la república, puesto que son el refl~jo de las rivalidades reales o fonnales que se dieron entre centralistas y federalistas, o entre bolivarianos (partidarios del libertador Simón

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