Libro
Derecho Electoral de Latinoamérica 89 Quinta. Sin embargo, en la actualidad, esta cuestión de la representación política, afectada por los vicios congénitos del liberalismo político, no puede prescindir del apoyo de la mass inedia, que se ha erígído en la voz y oído de la sociedad. Una especie de "representante de hecho" del pueblo elector relegado y desposeído de su manda– to, con posibilidad de exigir rendición de cuentas sí no hubiera cumplimiento en el ejercicio de la función encornendada . Tal vez esteinos ante un elemento que pennita reconstnlir el trípode que originó la representación ante el poder. Sexta. Para que esto pueda concretarse y 1nientras exista la figura de la representación política como es entendida hasta el presente, resultará de gran utilidad la participaciónde los rnedios de comunicación masiva, a través de un periodismo ético, tanto de carácter general como local, con libertad de expresión y puesto al servicio de la co1nunidad toda. Por otro lado, la participación ciudadana, respetuosa de sus derechos y deberes, orga– nizada en sus sectores de interés, pero entendiendo las necesidades generales desde la óptica local, coadyuvará a la concienlización social sobre la responsabilidad de dar su opinión rnedíanle el acto eleccionarío. Y ambos corno rnedíos eficaces de contralor de sus representantes. Séptima. La democracia participativa se considera corno un modelo político que tien– de a fhcilitar a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse, de tal rnodo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas, lo cual es elemental para el desarrollo de una sociedad con cultura de1nocrática. Solo de esta forma parece ser posible que la ciudadanía actual sea capaz de constituirse en defensora de sus derechos funda1nentales y desarrollar sus capacidades para deter– minar su propio destino a través de sus representantes. Octava. Las entidades educativas tienen el gran desafio en la fonnación de los recur– sos humanos especializados y, junto con los medíos de comunicación como formado– res sociales de primer nivel, el trabajo de inducir al conocimiento de los derechos que el constitucionalismo social garantiza al pueblo. Referencias bibliográficas Fenichel Pitkin, Hanna (1985). El concepto de representación. Estudios c.onstitucionales. ' Garrorena Morales, Angel (1991 ). Representación política y constitución democráli- ca. Madrid: Cuadernos Civitas. Habennas, Jürgen ( 1998). Facticidad y validez. Sobre el derecho y el Estado demo– crático de derecho en términos de teoría del discurso. Buenos Aires: Trotta. --- (1978). L 'espace public: archéolog ie de la publicité comme dimension cons– titutive de la société bourgeoise. Pa rís: Payot. Olivas, Enrique ( 1991). Elp,vblenia de legitiniación en el Estado social. Madrid: Trotta. Porras Nadales, Antonio ( 1996). El debate sobre la crisis de la representación polí– tica. Madrid: Tecnos.
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