Violencia y discriminación contra las mujeres Acoso sexual e
22 Bien vale la pena i, dentific.ar en este tem.a de la representación socíal este– reotíp1ca y denigrante de la mujer, en tanto causa directa de su exposición al acoso sexua l en el 'lugar de trabajo. Una de las teóricas del fem in ismo que se ha ocupado del tema{ Catherine Maquinan- por citar solo una de las pensado– ras -contempor,áneas relevantes- exp,lica en términos sociales., que user hemb,ra si,g11ifica feminidad, lo cua l significa atractivo para los homrbre, lo cual significa atractivo sexual{ lo cua l srgnifica disponibilidad sexual en té rminos mascul inos, lo que •define a la: mujer como tal es lo que excita a los homb,resf las niñas bue– nas son ··atract ivas~las malas provocativas". Esta estereotipación denunciada por una feminista anglosajona resulta in– comparablemente ·mas prof:unda en pa íses como Colombia, con una cultura pre– valeciente de raigambre hispánica como lo indicáhamos, representa la mujer como un objeto sexual destinada a cumpli r tareas en espacios privados y va– lioso ú n[ca1mente por sus propiedades estéticas y reproductivas. Cargada con semejante representación social sobre su valor en tanto personaf la trabajadora colombiana debe afrontar situaciones cotidianas de opresión discriminac¡ón~ en forma de aicoso sexual en sus espacios de trabajo. El derecho se ha quedado re– zagado frente a ese tema y la consagración legal de los tipos penal y laboral de acoso l,aboral se queda en palabras altisonantes de escasa ejecución correctora. Una de las facetas m,as graves de la si t uación es que las mujeres colom– b,ia nas al ha oer interna 1lizado las pautas culturales mach istas, ni siquiera son consientes de estar siendo acosadas, aquel las que se hacen conscientes de su situación de victimización en la gran mayoría ,de los casos se abstienen de de– nunciar o siquiera reportar los incidentes ante otras instancias laborales o ante sus comp,añeros. Aquellas que no son conscientes de serlo a menudo juegan roles o proveen respuestas que perpetuán el ciclo del acoso y discriminación la– horal. Sean entonces estos breves comentarios un llamado a que desde la Rama Judicial se establezcan iniciativas para combatir el acoso sexuall en el lugiar de trabajo no estaría de masr por ejemplo proponer la formulación de un protocnlo estricto para contratar este profundo ma l que aqueja también a nuestros des– pachos j udiciales. hago una propuesta formal de iniciar un proceso democrático de concertación de un protocolo para la eliminación del acoso sexual en la Rama Judicial que pueda: manejarse como piloto y constituir un ejemplo a nivel nacional{ heredero de los rect os que como poder j ud icia l nos comprometen a ganarnos en el día a dia de nuestro que hacer institucional{ el respecto de nues– tros conciudadanos. Et acoso
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