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v,.,....Lo.J, •-•ol'r.,,..-c_.- ""i...iwir.r•• w kGe>fOO<'<>b-;J.!i..~"'-•~hli....11rtll,. ..... ·•·•·•....... ,p.o. a nivel de cabildos, de organizaciones y comunidades o barreras políticas especifkas por el hecho de ser niños. niñas y adolesc.?ntes y lo que queremos exponer aquí es la a~rta deque estasbarrerasno serepliquen en et modelo dejusticia translciona1.sinoque aprovechandoJustamente esacO'J'U"lura,sean tenidas en cuenta para que no persistan. Aniw! institucbna!, bs que heroos ldmtlfkado son la estlgmatizaclón pon!I hecho de ser población Indígena. comp01tamlentos y acciones de dlscrimttadón que se siguen presentandoenparte defuncionarios y funcionariaspúblicas.ruandoquien buscaacceder a lalf\stttucbnalldad pertenece a una com.inklad Indígena. Una barrera que sigue siendo gigante es que lasrutas se centran en fa denuncia y nohay garantfas para hacerlo. Aunque la tey es clara al afirmar que no se requiere una denun-cla para acceder a ta atención en salud, o para acceder a otro d:po de atención cuando se esW:tlma de \llolenda sexual,sigue siendo, en la práctica, una de la.s razones por tas cuales ta gente no se acerca, se fe exige la denuncia. También much.as de las slfuacbnes de \llolenda sexual se consideran normales 'I se han natural12ado por parte de las Instituciones y por parte también de tas comunidades y aquf nosreferimos especftkamente, por ejemplo, al enamoramiento, uniones feriadas o mattlmoniOs forz.idos, matemidad for2.ida, son hechos que drtlcl!mente pueden !legar a ser denunciados como vlo!encia sexual porque no se asumen as.1, nipor parte de la ln.SdOJclOna!ldad, ru por las comunidades. También haymuypoca credlbiidad en la.s JnstifuclonesdelEstado por la falta de acción y de respuesta, especialmente en zonas rurales dispersas. La mayoría de la ofena Institucional se concentra en cabeceras munk:ipa1es y, en ese sentido, la posibilidad dP ace<>$0 de habirnnuis de zonas rurales dispersa$ y pv.Pb!os lndígl"na$ SP reduce bastante y se r.onviert<:i <'n i..ina ban('ia que ti<'nc quP .,'ff con !()S ric>mp()S y las distanrias y tos costos para aocedc1 a ta insrirucion¡,¡!id;)d, poi PIio ~ exb"TC un t!nfoqtM? d1f<'ieneial, ni ¡imi(o, ni de g¡in.....-o, ni por edad en ta at<:in-ción que fas inSt:iW<:ionC$ ofreoon :i lasvíct"tma$; asimiSmo queno hay <ispacios tampooodea1tiet1!aeión inT<'firl$ltt.\l,cK)nal, ni con!()S<'abildos indíg<'nas1>a1a.ifrontar de> ma,wra intl"gral l,l vio!Pncia St.l(u:tl y hac<i1 seguimiMTOS detos casos. E$4? diá!ogo HJ.,.O una tatPa pt>ndiPntc y muyni'c"'saiia.Pntri' l,lj u.stt,ela 01dinai-1a y lasj ustt<:lasespecia!Ps, csp"clflcamt'nTC para aboidarSituaciones de vi<>l<'nciaSe)(U:tl. TambiiSn hay un desoonoclrni.PnTo de larut,l poi patt<:i di' las oomunidarlcs y eso tiPIW que> vPr básieamc>nte con una pr.P$C'llCia 1nst1wc-i0nal insut-ci<'ntc, inPxiSt<'ntP e in.PfiCi.Pnt4 t!spPCia!m('OTC <'º zonas iural4!s dis:persas. Aqufnos toca insi~ir en queaunque ta ley dispone que la viOlcncla $t!x11al dPbP S<'1 asumida como unaurg,n,ci:l m6dica y si,c;ofógiea .P$0 no c>stá sucedi<'ndoymue:ho m<'nos cuando e4 h<'cho di> violc>n<:iah:l t<'nido un Tiempo rran$Ct.11fido. 226