Informe final de la Comisión de la Verdad, sobre los hechos del Palacio de Justicia

Informe final de la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia 54 80. En la entrevista con la Comisión de la Verdad, Antonio Navarro Wolff explicó que, después de la firma del acuerdo, él fue escogido entre los cinco comandantes para dirigir la negociación para el Diálogo Nacional, en los términos planteados por el M-19. Su vínculo con el gobierno fue Jaime Castro, con quien se reunía cada semana, pero rápidamente se dio cuenta de que el diálogo no iba a avanzar, porque no había una voluntad real de paz, sino que se trataba de una “tomadura de pelo” de ambas partes. 93 81. Desde el Acuerdo de Corinto, se generó una gran presión contra Betancur. Con él consiguieron la amnistía, pero con la desmilitarización de esa población “le cerraron a Belisario el espacio de negociación por parte del establecimiento”. A raíz de las supuestas concesiones que dio el gobierno en Corinto y El Hobo, “rumores de golpe de Estado comenzaron a escucharse y una evidente crisis se vivió en las esferas de poder, donde el Presidente era asediado constantemente por sus propios partidarios, por el Congreso, por la oposición o por el malestar existente en las Fuerzas Armadas, descontentas con el desarrollo de la política de paz”. 94 82. Rosemberg Pabón relató a la Comisión de la Verdad que desde el día en que se firmó la paz, sectores del Ejército y de la sociedad civil es- taban en contra de ella, y que desde el 24 de agosto de 1984 hasta cuando se rompió la tregua en 1985, no hubo un momento de descanso, porque los miembros del M-19 fueron atacados todos los días. Por esto se conoció una “tregua armada”, y la verdad es que nunca se creyó en la paz de lado y lado. Para Antonio Navarro Wolff, durante el gobierno de Betancur “la paz terminó convertida en arma de guerra”. 95 83. Por su parte, el coronel Plazas Vega afirma: […] la insostenible situación obligó al gobierno a romper la tregua contra aquellos miembros del M-19 que no se habían acogido al proceso de paz: unos 2.000 integrantes, o sea, la gran mayoría. En estas condiciones, las operaciones del Ejército se reanudaron con mucha intensidad. Ante el acoso al que fueron sometidos, los alzados en armas se agruparon en dos batallones como tropas regulares y fortificaron la región de Los Robles. 96 93 Entrevistas de Antonio Navarro y Jaime Castro con la CVPJ, quienes coincidieron en este sentido. 94 Villamizar, óp. cit., p. 369. 95 Navarro Wolff, Antonio. “Haciendo paz. Reflexiones y perspectivas del proceso de paz en Colombia”. En: Congreso “La desmovilización del M-19, diez años después” Cartagena, 9-11 de marzo, 2001, p. 67. 96 Plazas Vega, óp. cit., p. 26.

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