Informe final de la Comisión de la Verdad, sobre los hechos del Palacio de Justicia

Informe final de la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia 470 Norma Constanza Esguerra …y hubo un gran terremoto, y el sol se volvió negro como un saco de pelo de cabra, y la luna se tornó toda como sangre… Apocalipsis Una prima de Norma, llamada Rocío, soñó que el día de la toma del Palacio de Justicia ella estaba entregando los pasteles como de costumbre, y esperaba que le dieran la plata cuando empezó el tiroteo. En el sueño, vio que una mujer les quitaba la ropa a los que estaban presentes y les colocaba atuendos pertenecientes a los guerrilleros.Vio cuando sacaban a Norma en un furgón y luego la vio prisionera en un sitio irreconocible. La madre de Norma, la señora Elvira de Esguerra, y su hermana Amparo sueñan de noche y de día con su retorno. Su madre la ve llegar en un carro, golpear la ventana… al abrir la puer- ta, percibe su presencia sumida en un halo de inmensa tristeza. Amparo, su hermana, la ve llegar feliz… feliz en apariencia, porque al acercarse la encuentra frustrada y triste. “La tristeza no puede entrar por estas puertas. Por las ventanas entra el aire del mundo, las rojas rosas nuevas…”. Norma Constanza nació el 18 de noviembre de 1957. Desde los 15 años le gustaba la política, debido a que muchos de sus familiares estaban vinculados a esta actividad. Estudió derecho internacional y diplomacia en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y tenía cifradas esperanzas en que su familiar y amigo el ex ministro Indalecio Liévano le ayudara a vincularse con el Ministerio de Relaciones Exteriores. Sin embargo, como el señor Liévano Aguirre falleció de un infarto, Norma decidió trabajar como asesora de los abogados Víctor Rey y Diego Muriel Tobón durante más de dos años. Esta actividad no le proporcionó suficiente solvencia económica, y entonces Nor- ma decidió aprovechar su gusto por la pastelería y entró a estudiar con un pastelero francés llamado Michel, durante tres meses. Al cabo de ese tiempo Norma aprendió su labor como pastelera y montó una pequeña industria casera, con la de ayuda de su hermana y dos primos. El trabajo, la constancia y la disciplina hicieron florecer la naciente in- dustria. Muy pronto Norma comenzó a extender su red de pedidos a lugares como la Cámara, el Senado, Colsubsidio, el Fondo Cultural Cafetero y, entre muchos más, el Palacio de Justicia. Su padre le prestaba el carro y la acom- pañó varias veces; pero generalmente eran su hermana y su pequeña quienes

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