Informe final de la Comisión de la Verdad, sobre los hechos del Palacio de Justicia
Jorge Aníbal Gómez Gallego, José Roberto Herrera Vergara, Nilson Pinilla Pinilla 247 posición en ella es desconcertante y sugiere que fue inhumado luego de que se culminaron las diligencias de inhumación de los 24 cuerpos previos. 222. Por otro lado, en el espacio que correspondería a los cuerpos en- es , aparece el de Francisco Vargas Soto, quien al parecer también hacía parte del M-19 y cuyo cadáver, según el Instituto de Medicina Legal, había sido enviado el 9 de noviembre, no el 20. Adicionalmente, se hallaron restos de 8 cuerpos incinerados, lo cual coincide efectivamente con la información brindada por el Instituto. No se explica la presencia de dichos cuerpos en este nivel. 223. A esto se debe agregar que allí también fueron halladas 21 partes de cuerpos, entre los que se encontraban desde un segmento de tórax, hasta huesos aislados, aunque ninguno de ellos con signos de incineración, lo cual impide establecer con precisión su relación con los fallecidos en el Palacio. 224. Lamentablemente, los análisis de laboratorio que siguieron a las exhumaciones han sido ejecutados de forma heterogénea y en ellos han participado demasiadas personas. Esto ha impedido centralizar la informa- ción sobre el caso, por lo cual no se han tenido en cuenta todas las variables posibles. 225. Por otra parte, es posible que el 23 y el 30 de noviembre hayan sido enviados a la fosa otros dos cuerpos incinerados, según los protocolos de necropsia 3818 y 3877. Este último puede corresponder al esqueleto 35, hallado bajo un muro, con vidrios incrustados en varias partes del cuerpo y con prendas de vestir asociadas correspondientes a un vestido de la sastrería Jacinto Varón, de Ibagué; además, presentaba una prótesis que se encontraba bastante completa, aunque con el esqueleto facial des- truido. Sin embargo, no fue identificado. Estos dos cuerpos se hallaban posiblemente en el segundo nivel de la fosa. Los demás cuerpos pueden corresponder a otros casos y a algunos de los fallecidos como consecuencia de la erupción del volcán-nevado del Ruíz que acabó con Armero. Debido a esta situación, algunas personas fueron trasladadas heridas a Bogotá y es probable que fallecieran en hospitales de la ciudad y que hayan resultado sepultadas en esta fosa. 226. En el primer nivel pudo ocurrir de igual manera; allí se hallaron al menos dos bolsas más con restos humanos incinerados, similares a las de niveles inferiores, así como un cuerpo incompleto. Sobre estos cadáveres no se encuentra ningún documento que permita establecer fechas probables de envío o posibles protocolos de necropsia.
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