Informe final de la Comisión de la Verdad, sobre los hechos del Palacio de Justicia
Jorge Aníbal Gómez Gallego, José Roberto Herrera Vergara, Nilson Pinilla Pinilla 225 de levantamiento indica que no fueron trasladados, a diferencia de la gran mayoría de cadáveres. 170. De los protocolos de necropsia, únicamente siete mencionan las causas de la muerte, ya que en el resto son indeterminadas. 171. Sin embargo, 20 de los cuerpos presentan posibles lesiones por explosión. Tal es el caso del protocolo de necropsia 3842, del magistrado Fabio Calderón Botero; aunque el cuerpo se encontraba incompleto, las radio- grafías mostraron el hemitórax, el abdomen y la pelvis con múltiples fracturas y elementos de densidad metálica incrustados, lo cual es compatible con lesiones por explosión. 172. Algo parecido ocurre con otros nueve protocolos en los cuales se mencionan fragmentos metálicos o proyectiles de arma de fuego incrusta- dos en los cuerpos. El primero corresponde al magistrado Alfonso Reyes Echandía, 100 en cuyos restos se encontró un proyectil de calibre 9 mm, com- patible con una subametralladora de idéntico calibre, con cañón de cuatro estrías de rotación derecha. Acerca de la procedencia de dicho proyectil, el Juzgado 30 precisó: “En el cotejo de las armas del M-19 efectuado por el laboratorio [de balística del Instituto de Medicina Legal], se concluyó que el referido proyectil no fue disparado por la subametralladora UZI calibre 9 mm # SA11423”. 101 Esta situación se presenta también en los casos de los magistrados Ricardo Medina Moyano y José Eduardo Gnecco Correa, ya que sus restos mortales también mostraron proyectiles de armas que no usó la guerrilla. 102 173. Ahora bien, en relación con el cadáver del Presidente de la Corte se observa que el grado de carbonización parece ser menor que el de la ma- yoría de las personas que se encontraban con él en el cuarto piso. Es posible que esta situación se deba bien a que el cuerpo se encontraba alejado de los demás al momento de su fallecimiento, y por ende estaría lejos del foco del fuego, o por bien, como algunas versiones mencionan, existe la posibilidad de que el cuerpo haya sido incinerado intencionalmente. Una de las entre- vistas realizadas por la Comisión indica que sí existió un manejo irregular de los restos del magistrado Reyes: 100 Protocolo de necropsia 3790. 101 Juzgado 30, p. 31. 102 Informe Preliminar Comisión de la Verdad.
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