Informe final de la Comisión de la Verdad, sobre los hechos del Palacio de Justicia
Jorge Aníbal Gómez Gallego, José Roberto Herrera Vergara, Nilson Pinilla Pinilla 217 141. Cabe mencionar que las identificaciones se realizaron bajo enor- mes presiones, las cuales pudieron llevar a cometer innumerables errores (dos casos particularmente graves, pues se entregaron cuerpos con el sexo contrario al de la supuesta identidad). A las presiones del gobierno y los militares, se sumaron las de los familiares, que solicitaban la entrega del cuerpo de sus seres queridos. 142. Adicionalmente, muchas identificaciones se basaron en el reco- nocimiento que se les solicitó a los familiares, una práctica común para la época, lo que muy probablemente coadyuvó a los errores. 143. En el oficio 038 del 8 de enero de 1988 citado párrafos atrás, los médicos firmantes mencionan al final: […] pero existieron restos óseos carbonizados en los cuales todos los procedimientos anteriormente descritos no permitieron su identi- ficación, por lo tanto es creíble que tales restos humanos no fueran identificables por sus familiares y amigos y también es creíble que a las personas que hicieron estos reconocimientos que tales (sic) cadáveres no pertenecían a sus seres queridos. 144. De conformidad con lo expuesto, el haber acudido al reconoci- miento morfológico del cuerpo como método fehaciente de identificación fue uno de los errores más graves cometidos por el Instituto de Medicina Legal. 145. Lo anterior por las siguientes razones: 1) el reconocimiento de cadáveres es una manera indiciaria de aproximarse a la identidad de la víctima; 2) las condiciones en que los cuerpos se encontraban, muchos de ellos calcinados; 3) la angustia y la necesidad de muchos de los familiares y conocidos de hallar entre los restos a su ser querido para poderle dar una digna sepultura. En entrevista con la Comisión de la Verdad, la patóloga Paulina Ojeda relató que, frente a la angustia que se vivía en el Instituto de Medicina Legal y la presión por los reconocimientos, “un familiar me Efrén Asnoraldo Angulo, en su condición de esposo de Blanca Inés Ramírez de Angulo, auxiliar del Consejo de Estado. El cuerpo que fue entregado a los familiares de la señora Blanca Inés Ramírez fue el correspondiente al protocolo de necropsia 3798, levantado en el cuarto piso, y la identificación se logró por una argolla, unas gafas y unas llaves. Sin embargo, el cuerpo relativo al protocolo de necropsia 3823, nunca identificado, fue encontrado en el 2° piso, costado sur del Palacio de Justicia, y contaba con los siguientes elementos asociados: artículos de cosmetología, gafas, reloj de mujer marca Citizen amarillo, llaves destruidas, una argolla con el nombre “Efrén Angulo”. Cerca tenía una placa de la Fiscalía sexta . Por lo anterior, y dada la falta de cuidado en el manejo de los objetos, se presentan dudas en relación con la adecuada identificación y entrega de los restos de la señora Blanca Inés Ramírez.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NzAxMjQz