Informe final de la Comisión de la Verdad, sobre los hechos del Palacio de Justicia

Informe final de la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia 210 112. No obstante, antes de que la Ley 38 de 1993 estableciera como medios fehacientes de identificación la dactiloscopia y la carta dental, la im- portancia y aplicación de éstos, junto con las historias clínicas, ya se conocía en 1985, contando con el apoyo de la Registraduría Nacional del Estado Civil. En ese sentido, la identificación de los cadáveres que conservaban tejido blando, en teoría, no debía ofrecer dificultad. 113. Así, no debieron presentarse situaciones como la ocurrida con René Francisco Acuña Jiménez, transeúnte fallecido el 6 de noviembre, al inicio de la toma, 80 quien fue llevado al Hospital La Hortúa, adonde llegó sin signos vitales y fue identificado como Ricardo Mora González, por razones desconocidas. Con posterioridad, ya en la morgue del Instituto de Medicina Legal, se tomaron las huellas dactilares a su cadáver e igualmente fue reconocido por su madre, pero a pesar de ello, su cuerpo terminó en la fosa común del Cementerio del Sur y durante casi un año figuró en la documentación oficial existente como Ricardo Mora González, sin que se conocieran las razones para este cambio de nombre. 114. En cuanto a las identificaciones por medio de carta dental, se presentaron múltiples complicaciones, entre ellas, que muchos de los cadá- veres calcinados ni siquiera conservaban restos dentales y, según relató Prada Chona, 81 en la mayor parte de los casos no se contaba con el registro odon- tológico ante mortem que permitiera hacer los cotejos del caso. De acuerdo con los análisis documentales realizados, solamente en un caso se encontró entre la documentación ofrecida por los familiares de un magistrado la carta dental, así como una descripción detallada de las prendas de vestir que dicha persona llevaba consigo ese día. 115. Según el testimonio del médico Denis Contreras, del Instituto de Medicina Legal, rendido en el Juzgado 30, en algunos casos durante los levantamientos se mezclaron pertenencias de los fallecidos. Sin embargo, de acuerdo con las actas es posible observar que hay una descripción detallada de prendas y elementos personales y su relación con los cuerpos. Por lo tanto, es contradictorio que, según las necropsias y las actas de entrega de cadáveres analizadas, el principal empleado por el Instituto para establecer la identidad de los fallecidos, particularmente de los carbonizados, hayan sido las prendas de vestir y los elementos asociados a los cuerpos. En total, 35 cadáveres aparecen identificados de esta manera. 80 Véase Capítulo IV. 81 Prada Chona, óp. cit.

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