Informe final de la Comisión de la Verdad, sobre los hechos del Palacio de Justicia

Jorge Aníbal Gómez Gallego, José Roberto Herrera Vergara, Nilson Pinilla Pinilla 181 yo lloraba, ellos estaban emocionados. ‘Me van a matar’, fue lo único que pensé”. 18 Posteriormente le preguntaron “a Irma Franco, que estaba allí, si yo era compañero de ella. Yo sabía que era guerrillera porque ella había estado en el baño donde me habían tenido. Levantó la cabeza, me miró y dijo que no”. 19 21. Este empleado de la Corte Suprema de Justicia fue liberado gracias a la intervención del jefe de escoltas del magistrado Alfonso Patiño Roselli, quien al reconocerlo le preguntó por qué estaba ahí. Le conté que estaba señalado de guerrillero, se fue y regresó con dos militares y les dijo: ‘Yo respondo por ese muchacho, él trabaja en la Corte y no lo conoce nadie porque hace poco empezó a trabajar’. Dicho eso me trajeron mis documentos, me tomaron mis datos, mi dirección, mi teléfono, me preguntaron quién era mi familia, me brindaron atención médica y me permitieron ingresar a la lista de las personas recuperadas del Palacio de Justicia. 20 22. En párrafos anteriores, la Comisión hizo referencia a la salida de un grupo de conductores que se encontraban en el sótano, en horas de la mañana del 7 de noviembre. Estas personas, una vez se inició la toma, se resguardaron en la oficina asignada a ellos y en un baño del primer sótano, donde sopor- taron, escondidos, el humo asfixiante que se produjo por la incineración de diferentes vehículos y los estruendos derivados del feroz combate. 23. Uno de estos conductores, Aristóbulo Rozo, narró a la Comisión de la Verdad que, una vez salieron del sótano, los reunieron en la Casa del Florero y allí un familiar suyo que pertenecía a la Policía intentó llevarlo a su casa, pero un oficial del Ejército “le dijo que no me podía llevar, que los tenían que llevar al Cantón Norte, porque allá les iban a prestar primeros auxilios; el policía le dijo que no estaba herido, pero le dijeron que de todas maneras me tenían que llevar al Cantón Norte”. 21 24. El traslado al Cantón Norte de este grupo de conductores se hizo en un “carro cerrado del Ejército con una cruz roja pintada” 22 y antes de partir fueron entrevistados por un periodista, al cual le informaron sus nombres. 18 Echeverry y Hanssen, óp, cit., pp. 134-135. 19 Ibíd. 20 Ibíd. 21 Entrevista de Aristóbulo Rozo con la Comisión de la Verdad. 22 Ibíd.

RkJQdWJsaXNoZXIy NzAxMjQz